La ingesta de frutas y verduras debe formar parte de nuestra dieta diaria. Porque en ellas hay una gran cantidad de vitaminas, fibras y minerales indispensables para nuestro buen desarrollo y el equilibrio de nuestra salud.
Pero, ¿cómo debemos consumir esas frutas y verduras? Seguro alguna vez te cuestionaste si la mejor forma de comer una manzana, por ejemplo, es pelarla o comer directamente con la cáscara. Y en esa pregunta queremos enfocarnos hoy.
Por ejemplo, la vitamina C, el hierro y el zinc se encuentran en grandes cantidades en la cáscara de la remolacha, zanahoria, boniato, rábano, jengibre y papa blanca. Pero en la mayoría de los casos eliminamos su piel antes de comerlas.
En el mismo sentido, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, según recoge BBC Mundo, ha señalado que las manzanas sin pelar contienen un 15% más de vitamina C, un 267% más de vitamina K, un 20% más de calcio, un 19% más de potasio y un 85% más de fibra que sus equivalentes peladas.
Entonces, ¿por qué sacar las cáscaras de las frutas y verduras que vamos a comer?
Si el miedo es por los pesticidas que pueden llegar a quedar en los cultivos, la respuesta puede dar tranquilidad: los residuos de pesticidas ciertamente se retienen sobre o justo debajo de la superficie, aunque también es cierto que eso varía según la especie de planta.
Por eso, si no se está seguro, se puede optar por otro camino que no sea desechar las cáscaras a la basura: por ejemplo, compostarlas para luego abonar las plantas.
Como sea, muchas cáscaras son comestibles, como las de la papa, la remolacha, la zanahoria, el kiwi y el pepino.
En todos los casos es importante lavar bien las frutas y verduras para eliminar cualquier residuo. Es recomendable lavarlas con agua fría y utilizar un cepillo duro. Además, las técnicas de cocción, como hervir y cocinar al vapor, también pueden reducir los residuos.
Fuente: BBC Mundo / Portal Salud
