Muchas guías clínicas recomiendan la suplementación con Vitamina D con o sin calcio, para prevenir caídas y fracturas.
Sin embargo, aunque su importancia está fuera de duda en casos con alto riesgo de osteomalacia, no ocurre lo mismo en poblaciones con menor riesgo.
La evidencia con respecto a la suplementación con Vitamina D, en adultos sin deficiencia de dicha vitamina, no es concluyente.
Si bien se han realizado una gran variedad de estudios, la calidad de los datos y le metodología utilizada no permiten establecer una recomendación para la población sin déficit.
La diversidad de estudios comprende en algunos casos la adición de calcio a la suplementación con Vitamina D, otros evalúan variables no vinculadas a la salud ósea sino a la incidencia de otras patologías como el cáncer, enfermedad cardiovascular, neurológicos, etc.) y muchos evalúan a la salud ósea como outcome.
En la actualidad se hallan en marcha al menos 7 grandes ensayos clínicos relacionados con la suplementación de vitamina D. Sin embargo, en opinión de los autores, estos estudios
no tienen capacidad suficiente para modificar las conclusiones de las revisiones sistemáticas ya publicadas, entre otros aspectos por el hecho de que los participantes no presentan
una deficiencia grave de vitamina D.
Los autores concluyen recomendando exposición solar y suplementos con dosis bajas de vitamina D (400-800 UI/día) a la población en alto riesgo de osteomalacia (por debajo de 25
nmol/L), restringiendo a casos puntuales la medida de niveles séricos de dicha vitamina.
Bolland MJ, et al. BMJ.
2016;355 :i6201. doi: 10.1136/bmj.i6201.

                                    