Seguro has escuchado hablar de tomografías y de resonancias, pero ¿sabés las diferencias? ¿Y sus similitudes?
La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) son técnicas de diagnóstico por imágenes que permiten visualizar estructuras internas del cuerpo con alta precisión. Aunque tienen propósitos similares, presentan diferencias clave en su funcionamiento, aplicaciones y limitaciones.
La TC utiliza rayos X para generar imágenes transversales del cuerpo, siendo ideal para detectar fracturas óseas, hemorragias cerebrales, enfermedades pulmonares y patologías abdominales. Es un método rápido y ampliamente disponible, pero implica exposición a radiación ionizante.
En cambio, la RM emplea un campo magnético y ondas de radio para obtener imágenes detalladas de tejidos blandos, como el cerebro, la médula espinal, músculos y articulaciones. Es especialmente útil en enfermedades neurológicas, lesiones musculares y anomalías en órganos internos. Aunque no usa radiación, su tiempo de exploración es mayor y no es apta para pacientes con implantes metálicos.
Ambas técnicas son complementarias y su elección depende del tipo de patología a evaluar.