¿Sos de los que no se puede dormir si no está todo completamente oscuro? ¿Te resulta imposible conciliar el sueño si hay un mínimo de luz en el ambiente? En cualquier caso, ¿te preguntaste alguna vez si a los perros les pasa lo mismo?
Aunque los perros se adaptan con facilidad al entorno del hogar, la luz durante la noche puede influir en la calidad de su descanso. Al igual que en los humanos, la oscuridad es una señal natural para que su organismo libere melatonina, la hormona que regula el sueño. Dormir con una luz encendida, especialmente si es intensa o directa, puede alterar ese proceso y generar interrupciones en el descanso.
Los perros tienen una visión nocturna más desarrollada que la nuestra, por lo que no necesitan iluminación para orientarse. Una luz permanente puede generar inquietud, dificultar que alcancen fases profundas de sueño y, a largo plazo, influir en su comportamiento.
Algunos signos comunes de alteración por mala calidad de descanso son irritabilidad, hiperactividad diurna o necesidad de dormir más durante el día.
Sin embargo, no todos los perros reaccionan igual. Animales mayores, con problemas de visión o ansiedad, pueden sentirse más seguros con una luz tenue, especialmente si se quedan solos por la noche. En esos casos, una iluminación suave, cálida e indirecta puede ser útil sin interferir demasiado con su ciclo de sueño.