Para este Día de los Enamorados, en Portal Salud nos ponemos a tono. Y nos hacemos una pregunta: ¿el amor sale realmente del corazón?
El amor ha sido asociado con el corazón durante siglos. Sin embargo, su origen está en otro órgano: el cerebro. Aunque el corazón reacciona a las emociones con latidos acelerados, el amor es un proceso cerebral impulsado por neurotransmisores y hormonas como la dopamina, oxitocina y serotonina.
Cuando nos enamoramos, el cerebro activa regiones vinculadas al placer y la recompensa, generando una sensación de bienestar y apego.
La oxitocina, conocida como la «hormona del amor», fortalece los lazos emocionales, mientras que la dopamina crea sensaciones de felicidad y euforia.
Sin embargo, el corazón sigue siendo un símbolo poderoso del amor, ya que responde físicamente a las emociones, acelerándose con la pasión o sintiendo opresión en momentos de tristeza. Esta conexión entre mente y cuerpo refuerza la idea de que el amor se siente en el pecho, aunque su verdadero origen esté en el cerebro.