Llevamos el celular a todas partes. Lo guardamos y salimos a la calle. Y lo tenemos con nosotros todo el día. Pero, ¿podría ser perjudicial estar con el celular pegado al cuerpo?
El uso de teléfonos celulares ha generado preocupación por sus posibles efectos en la salud debido a las emisiones de radiación electromagnética. Sin embargo, los estudios científicos no han demostrado que estas emisiones sean dañinas en niveles habituales de exposición.
Los celulares emiten radiación de radiofrecuencia (RF), un tipo de radiación no ionizante, lo que significa que no tiene suficiente energía para dañar el ADN o causar cáncer, como lo hacen los rayos X o la radiación ultravioleta.
Aun así, algunas investigaciones sugieren que una exposición prolongada y cercana al cuerpo podría generar efectos térmicos mínimos.
Para reducir cualquier posible riesgo, se recomienda usar auriculares o el altavoz en llamadas largas, evitar dormir con el celular cerca de la cabeza y limitar su uso innecesario.
Aunque la evidencia no confirma un peligro claro, la precaución y el uso moderado son siempre buenas prácticas.
