Cada 1.000 embarazos nacen entre 2 y 5 bebés de madres epilépticas. En las mujeres epilépticas, el embarazo puede despertar gran preocupación por el bienestar de la madre y el feto.
La mayoría de las mujeres con epilepsia no tendrá mayor frecuencia de crisis convulsivas y el 96% dará a luz a niños sanos.Sin embargo, algunas mujeres sí experimentarán un aumento de la frecuencia de las convulsiones, lo que puede ser perjudicial para la madre o el feto.
No hay ensayos controlados aleatorizados de fármacos antiepilépticos en mujeres con epilepsia. La evidencia proviene de estudios de observación y los datos de los registros, e indican que algunos fármacos antiepilépticos se asocian a un riesgo más elevado de anormalidades del desarrollo neurológico y congénitas.
Algunos fármacos antiepilépticos que se consideran seguros para el feto pueden estar asociados con un aumento del riesgo de convulsiones y mortalidad en la madre.
Lo que es necesario saber
- El 96% de los bebés nacidos de madres con epilepsia no tendrá malformaciones importantes
- Se debe asesorar antes de la concepción a las mujeres con epilepsia, en el seguimiento de rutina y en cada visita médica cuando sea apropiado
- Derivar a las mujeres con epilepsia que desean quedar embarazadas a su neurólogo para evaluar su plan de diagnóstico y tratamiento
- Informar a las mujeres con epilepsia que se embarazan inesperadamente que deben continuar con su medicación habitual y referirlas urgente al especialista
- Informar a las mujeres embarazadas con epilepsia que toman medicamentos antiepilépticos que deben toman 5 mg de ácido fólico/día durante todo el embarazo
Hay factores relacionados con el embarazo que contribuyen al empeoramiento del control de las convulsiones:
- Falta de sueño durante la última etapa del embarazo, el parto y el pos parto
- Estrés y ansiedad
- Cambios hormonales
- Cambios farmacocinéticos con disminución de los niveles plasmáticos de los fármacos antiepilépticos, sobre todo lamotrigina
- Falta de adherencia al tratamiento farmacológico debido al temor de que el desarrollo fetal se vea afectado
- Cambio a un fármaco menos eficaz debido a la percepción de que el riesgo de teratogénesis es menor