Lavarse las manos y usar alcohol en gel son dos métodos efectivos para eliminar gérmenes, pero no son exactamente lo mismo. Ambos tienen sus ventajas y desventajas según la situación.
Lavarse las manos con agua y jabón es el método más completo para eliminar una amplia variedad de gérmenes y suciedad. Frotar las manos durante al menos 20 segundos ayuda a remover tanto bacterias como virus, además de eliminar suciedad visible y otras sustancias como grasa o tierra.
Este método es particularmente efectivo contra ciertos patógenos, como el norovirus o el Clostridium difficile, que no son eliminados fácilmente por el alcohol en gel. Además, el lavado de manos también reduce el riesgo de infecciones al eliminar físicamente los gérmenes.
Por otro lado, el alcohol en gel es una alternativa práctica cuando no hay acceso a agua y jabón. Para ser efectivo, el gel debe contener al menos un 60% de alcohol. Este método es eficaz para eliminar la mayoría de los gérmenes y puede ser conveniente en situaciones como paseos (antes de comer) o llegada a centros de salud.
Sin embargo, el alcohol en gel no elimina todos los tipos de gérmenes, y no es tan efectivo cuando las manos están visiblemente sucias o grasosas.
El alcohol en gel es una alternativa eficaz cuando el lavado no es posible, pero no debe considerarse un reemplazo total en todas las situaciones.
