Es cierto que dormir con el pelo mojado es una práctica común, pero también es cierto que puede tener efectos negativos en la salud capilar y general.
La humedad retenida en el cabello y el cuero cabelludo crea un ambiente propicio para la proliferación de hongos y bacterias, lo que puede generar irritación, caspa o incluso infecciones en el cuero cabelludo.
Además, el pelo es más frágil cuando está mojado, por lo que frotarlo contra la almohada durante la noche puede provocar quiebre, puntas abiertas y un mayor encrespamiento. También puede contribuir a la sensación de frío y malestar, afectando la calidad del sueño.
Para evitar estos problemas, se recomienda secar bien el cabello antes de acostarse, ya sea al aire libre o con secador a temperatura moderada. También es útil utilizar fundas de almohada de materiales transpirables, como algodón o seda, que absorben menos humedad y reducen el daño en el cabello.