La esperanza de vida de gatos y perros ha aumentado significativamente en el siglo XXI gracias a los avances en medicina veterinaria, una mejor alimentación y cuidados más conscientes por parte de los dueños. La longevidad varía en función de varios factores, como la raza, el tamaño, la genética, el estilo de vida, y la calidad de los cuidados recibidos.
En el caso de los perros, la esperanza de vida promedio varía considerablemente según el tamaño y la raza. En general, los perros más pequeños tienden a vivir más tiempo que los perros grandes. Por ejemplo, razas pequeñas como el Chihuahua o el Dachshund pueden vivir entre 12 y 16 años, mientras que razas medianas como el Beagle o el Cocker Spaniel tienen una esperanza de vida de 10 a 14 años. Los perros de razas grandes, como el Labrador Retriever o el Pastor Alemán, suelen vivir entre 8 y 12 años, mientras que las razas gigantes, como el Gran Danés o el Mastín, tienen una esperanza de vida más corta, de alrededor de 6 a 10 años.
En cuanto a los gatos, su esperanza de vida ha mejorado notablemente con el tiempo. Los gatos domésticos, especialmente aquellos que viven en interiores y reciben cuidados veterinarios regulares, pueden vivir entre 12 y 18 años, con algunos alcanzando los 20 años o más. Los gatos de exterior, en cambio, suelen tener una vida más corta debido a los peligros del entorno, como el tránsito, las enfermedades infecciosas y los depredadores. Además, factores como la esterilización, que reduce ciertos riesgos de enfermedades y comportamientos peligrosos, también contribuyen a una vida más larga y saludable.
La dieta y el ejercicio juegan un papel crucial en la longevidad de gatos y perros. Una alimentación balanceada, junto con la actividad física regular, ayuda a prevenir la obesidad y enfermedades asociadas, como la diabetes y problemas articulares, contribuyendo así a una vida más larga y saludable.