El kale es una col rizada que poco a poco se está introduciendo en la dieta. Potente en calcio, hierro y vitaminas y bajo en calorías, esta verdura no es una moda pasajera, ha venido para quedarse.
El kale se puede tomar en crudo, en ensaladas, y cocinado como cualquier otra verdura de hoja, sin descartar también en zumo mezclado con frutas como una opción entre comidas.
Muchos nutrientes y pocas calorías
El kale es una col que se ha cultivado y consumido, sobre todo, en el norte de Europa, aunque países como Italia también utilizan una variedad concreta.
Francia ha pasado de usar la variedad morada como planta ornamental en jardineras, a añadirla a sus platos.
En España, el kale ha sido un alimento prácticamente desconocido, hasta hace pocos años, no se cultivaba en España, explica Laura Arranz, profesora asociada en el Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona.
Una ración de 200 gramos de kale cocido “contiene más calcio que una ración de leche, más hierro que la carne, de 3 a 4 veces más ácido fólico que los huevos, de 4 a 10 veces más vitamina C que las espinacas y casi 3 veces más que las naranjas”, apunta la experta.
La composición del kale incluye carotenoides, responsables de los colores de las frutas y verduras, precursores de las vitaminas A, C, K, ácido fólico, calcio, magnesio, fósforo, potasio e hierro, además de ser fuente de proteínas vegetales y fibra.
“Es como si fuera un concentrado nutricional”, comenta la doctora en alimentación y nutrición quien cree que puede ser una parte importante de la dieta, pero no suplir a otros alimentos.
Además, sus propiedades nutricionales le hace superior, sobre todo en proteína vegetal y fibra, a otras verduras como las espinacas que tan buena fama siempre han tenido.
“Es un superalimento, un término que nos permite explicar a la población que hay alimentos que concentran mucha cantidad de nutrientes y muy pocas calorías”, apunta la especialista.
“No es un alimento que se quede solo en una moda. Es cierto que empezó como una tendencia pero ya sabemos que es una tendencia que vino para quedarse. El consumidor compra ya aquello que le aporte un plus de salud”, manifiesta Laura Arranz.
EFE salud/Tendencias en Medicina