HomeAteneo médicoLa hipertensión no suele tratarse en pacientes con antecedente de ictus

La hipertensión no suele tratarse en pacientes con antecedente de ictus

Nuevo estudio sobre las tendencias en el tratamiento de la hipertensión reveló que la hipertensión arterial no controlada, aunada a considerable infratratamiento del trastorno, era frecuente en individuos con antecedente de hipertensión e ictus,

según el estudio “Trends in Antihypertensive Medication Use Among Individuals With a History of Stroke and Hypertension, 2005 to 2016”, publicado en la revista electrónica de JAMA Neurology.

Para analizar las tendencias en el control de la presión arterial y el tratamiento de la hipertensión arterial en sobrevivientes de ictus, los investigadores valoraron más de una década de datos de la National Health and Nutrition Examination Survey. La encuesta representativa se llevó a cabo en ciclos de 2 años; los autores evaluaron los resultados de 2005 a 2016, e identificaron un total de 4’971.136 individuos elegibles con antecedente de ictus, al igual que de hipertensión.

La media de edad de la población del estudio fue de 67,1 (intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 66,1 – 68,1), y 2’790.518 (56,1%) eran mujeres. Su media de presión arterial era de 134/68 mm Hg (IC 95%: 133/67 – 133/69), y el número promedio de fármacos antihipertensivos que estaban tomando era de 1,8 (IC 95%: 1,7 – 1,9). De los 4’971.136 individuos analizados, 4’721.409 (95%) estaban al tanto de su diagnóstico de hipertensión, pero a más de 10% de ese grupo no se le había prescrito con anterioridad un fármaco antihipertensivo.

Más de 37% (n = 1’846.470) de los participantes tenía hipertensión arterial no controlada en la exploración (IC 95%: 33,5% – 40,8%), y 15,3% (IC 95%: 12,5% – 18,0%) no estaba tomando ningún fármaco para tratarla. Los antihipertensivos más comúnmente utilizados eran inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, o antagonistas del receptor de angiotensina (59,2%; IC 95%: 54,9% – 63,4%), beta-bloqueantes (43,8%; IC 95%: 40,3% – 47,3%), diuréticos (41,6%; IC 95%: 37,3% – 45,9%), y bloqueantes de los canales de calcio (31,5%; IC 95%: 28,2% – 34,8%). Aproximadamente 57% de la muestra estaba tomando más de un fármaco antihipertensivo (IC 95%: 52,8% – 60,6%) mientras que 28% (IC 95%: 24,6% – 31,5%) tomaba solo uno.

La vigilancia continuada es decisiva

Todos los estudios que se han realizado muestran que la hipertensión se trata de manera inadecuada. Un motivo es que puede ser difícil lograr que algunos pacientes busquen tratamiento, en particular estadounidenses de raza negra. Asimismo, múltiples fármacos para tratar la hipertensión arterial tienen efectos secundarios, de manera que muchos pacientes no quieren tomar los comprimidos.

Tratar la hipertensión realmente exige vigilancia continuada. Requiere una adecuada prescripción, hacer seguimiento a la presión arterial y ver si funciona y a los efectos adversos. De lo contrario puede ser necesario modificar luego la dosis, cambiar el fármaco y volver a hacer seguimiento, lo cual no ocurre con la debida frecuencia.

Los autores reconocen las limitaciones de su estudio, tales como haberse basado en la autonotificación de un antecedente de ictus en la National Health and Nutrition Examination Survey, y la imposibilidad de distinguir entre subtipos de ictus. Además, señalaron que muchos fármacos antihipertensivos tienen aplicaciones adicionales al tratamiento de la hipertensión, lo cual introduce otro factor de confusión a las tendencias en la medicación.

Medscape / Farmanuario.

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