La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamamiento a priorizar las acciones contra el denominado COVID persistente o de larga duración, un fenómeno que afecta a una cuarta parte de los pacientes un mes después de haber superado la infección y, a uno de cada diez, hasta doce semanas más tarde.
Dolores musculares y en el pecho, fatiga, problemas de respiración y lagunas mentales son algunos de los síntomas que manifiestan quienes sufren de covid persistente, de acuerdo con un informe elaborado por el Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud de la OMS.
El estudio apunta a que la probabilidad de sufrir esta forma de la enfermedad no parece estar asociada con la severidad de la infección inicial y que algunos grupos están aparentemente más dispuestos a sufrirla, como los trabajadores sanitarios y las mujeres.
Se trata de una enfermedad que puede tener un impacto enorme en la vida de la gente. Muchos son incapaces de volver a trabajar o tener una vida social, muchos han descrito cómo afecta a su salud mental, sobre todo porque su evolución varía a menudo.
La OMS defendió la necesidad de un enfoque multidisciplinar para evaluar y gestionar este tipo de COVID, de desarrollar nuevos tratamientos, fomentar la investigación e impulsar medidas destinadas a proteger los derechos laborales y sociales de los trabajadores afectados.
El director de OMS-Europa, Hans Kluge, resaltó que quienes sufren ese mal “deben ser escuchados” y que la COVID de larga duración es una “clara prioridad” para este organismo y debería serlo también “para cada autoridad sanitaria”.
Preocupación por las nuevas mutaciones del virus
La OMS volvió a mostrar su preocupación por las nuevas mutaciones del coronavirus aparecidas en los últimos meses, como la B 1.1.7, surgida en Reino Unido, de mayor contagio y que según la evidencia aparecida recientemente, supone también mayores tasas de hospitalización, resaltó su responsable de Emergencias, Catherine Smallwood.
La denominada variante británica se ha propagado ya a la mitad de los estados miembros de la región europea y sigue creciendo.
“La mejor estrategia para mitigar la aparición de nuevas variantes y controlarlas es eliminar la transmisión del virus. Cuanto más podamos suprimir la transmisión, menos probable será que surjan nuevas y será más fácil responder a los nuevos casos”, afirmó Smallwood, señalando que las mutaciones obligan a repensar las estrategias para obtener una mejor respuesta.
La OMS alertó también contra la creencia de que las vacunas son una “fórmula mágica”, sino que son “una herramienta más en una caja de herramientas”, en palabras de Siddhartha Datta, uno de los expertos que participó en la comparecencia virtual.
EFE Salud / Farmanuario.