Las mujeres mayores de 50 años que tienen una dieta rica en proteína podrían enfrentarse a un riesgo más alto de insuficiencia cardíaca, sobre todo si la mayor parte de su proteína proviene de la carne, informan investigadores.
El estudio no pudo probar causalidad, pero las mujeres postmenopáusicas con mayor cantidad de proteína en la dieta tenían un riesgo de insuficiencia cardíaca un 60% más alto en comparación con mujeres que comían poca proteína.
La mayor parte del riesgo parece provenir de la proteína animal, señaló el autor del estudio, el Dr. Mohamad Firas Barbour, internista de la Facultad de Medicina Alpert de la Universidad de Brown y del Hospital Conmemorativo de Rhode Island, en Pawtucket.
Las mujeres que obtenían la mayor parte de su proteína de fuentes vegetales parecían tener un riesgo de insuficiencia cardíaca casi un 20% más bajo, según Barbour.
Algunas fuentes no cárnicas de proteína son:
- los frijoles,
- los frutos secos,
- las lentejas y
- la quínoa
La insuficiencia cardíaca ocurre cuando el corazón ya no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. Más de 5 millones de personas de Estados Unidos sufren de insuficiencia cardíaca, y es el motivo de hospitalización más común en las personas mayores.
En el estudio, Barbour y sus colaboradores analizaron dietas diarias reportadas por casi 104.000 mujeres de 50 a 79 años entre 1993 y 1998. Todas eran participantes en la iniciativa de salud de las mujeres, una encuesta continua sobre la dieta financiada por el gobierno federal que busca reducir la enfermedad cardíaca, el cáncer de mama y de colon y la osteoporosis.
El equipo de investigación también analizó muestras de orina de las mujeres para evaluar a mayor profundidad la cantidad de proteína que comían de forma regular, dijo Barbour. Esto creó una evaluación «calibrada» de su ingesta de proteína.
Hasta 2005, más de 1.700 mujeres habían desarrollado insuficiencia cardíaca. Las probabilidades de la afección se asociaron estadísticamente con la cantidad de proteína que comían, reportaron Barbour y sus colaboradores.
Los investigadores encontraron un aumento en el riesgo de insuficiencia cardíaca con las dietas ricas en proteína incluso tras controlar la edad, la raza y otros factores de riesgo de la salud del corazón, como la hipertensión, la diabetes o la enfermedad de la arteria coronaria.
Barbour no pudo explicar por qué la proteína podría aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca, pero especuló que una ingesta alta podría hacer que algunas personas aumentaran mucho de peso.
Una especialista en el corazón que revisó los hallazgos dijo que quizá se necesiten más estudios.
Aunque los autores intentaron compensarlo, los estudios que dependen de que la gente informe lo que come tienden a ser un poco dudosos, explicó la Dra. Ileana Piña, cardióloga y profesora del Colegio de Medicina Albert Einstein, en la ciudad de Nueva York.
«Se pueden introducir ciertos sesgos cuando se rellena el cuestionario porque una piensa que es una buena chica y se come sus verduras», comentó Piña.
Por otro lado, el estudio incluyó a muchas mujeres que participaban en un ensayo muy respetado, dijo Piña, vocera de la Asociación Americana del Corazón.
«Es un estudio que recolectó una cantidad increíble de datos», apuntó Piña y añadió que los investigadores siguieron los nuevos casos de insuficiencia cardíaca y reportaron hallazgos estadísticamente significativos.
La Asociación Americana del Corazón recomienda un plan de alimentación que se enfoque en:
- frutas,
- verduras,
- granos integrales,
- lácteos bajos en grasa,
- frutos secos,
- aves y
- pescado
Las directrices sugieren mantener la carne roja y los alimentos y bebidas azucarados al mínimo y comer pescado al menos dos veces por semana.