Más allá de lo gratificante que es dejarse llevar por las letras al mundo de una historia bien contada, la rutina de leer antes de irse a dormir no solo es un hábito reconfortante, sino que también tiene una serie de beneficios para la salud física y mental.
A continuación, repasamos varias razones por las que leer antes de acostarse debería ser una práctica incorporada en nuestra vida diaria.
Reducción del estrés: leer es una forma efectiva de desconectar del estrés cotidiano. Sumergirse en un buen libro transporta la mente a otros mundos y permite liberar tensiones acumuladas durante el día, preparando el cuerpo para un sueño más reparador.
Mejora del sueño: la lectura antes de dormir puede ser una excelente manera de inducir el sueño. El acto de enfocar la mente en un libro ayuda a alejar pensamientos intrusivos y a crear un ambiente relajante, propicio para conciliar el sueño más rápidamente.
Reducción de la luz azul: diversos estudios han demostrado que la luz azul emitida por dispositivos electrónicos -como el celular o la televisión- puede afectar negativamente el sueño. Leer un libro en formato papel antes de dormir evita la exposición a esta luz, ayudando a mantener un ciclo de sueño más saludable.
Reducción de la ansiedad: leer puede ser una forma de escapar de las preocupaciones y la ansiedad. Sumergirse en una historia envolvente permite al lector alejarse temporalmente de sus propios problemas, ofreciendo una sensación de calma y tranquilidad.
Conexión emocional: los libros nos permiten conectarnos con los sentimientos y experiencias de los personajes. Esta empatía y comprensión emocional pueden ser terapéuticas y ayudar a los lectores a entender mejor sus propias emociones.
Y vos, ¿leés antes de ir a dormir? ¡Empezá con un par de páginas, y verás la diferencia!