Un estudio de pacientes con enfermedad coronaria arterial muestra que aquellos que enviudaron, se divorciaron, se separaron o que nunca se casaron, tuvieron más probabilidades de morir por causas cardiovasculares o de tener un infarto de miocardio no fatal que los casados en un periodo de seguimiento de alrededor de 4 años.
El estudio, fue realizado por el Dr. William M. Schultz, y sus colaboradores, del Emory Clinical Cardiovascular Research Institute en Atlanta, Estados Unidos, y publicado en el mes de diciembre en el Journal of the American Heart Association.
«Los mecanismos aun no se han descrito», dijo el Dr. Arshed A. Quyyumi, autor principal, del Emory Clinical Cardiovascular Research Institute, pero la falta de apoyo social parece ser el factor principal que lleva a una peor sobrevida en los pacientes con enfermedad coronaria arterial que no están casados.
Los cardiólogos «generalmente están más centrados en las mediciones, como la presión arterial o el colesterol», en lugar de pensar en el estado psicosocial de los pacientes, dijo.
Para investigar esto, identificaron a 6.051 adultos con enfermedad coronaria arterial conocida o sospechada que se sometieron a cateterismo cardíaco de 2003 a 2015 y tuvieron seguimiento durante una mediana de 3,7 años.
Los pacientes respondieron a un cuestionario e indicaron si eran casados, divorciados/separados, viudos o nunca se habían casado. Los que vivían con su pareja, pero no estaban casados podrían haber informado que estaban casados o que nunca se habían casado, señaló el Dr. Quyyumi.
Los pacientes tenían una edad promedio de 63 años y 23% era de raza negra. La mayoría tenía enfermedad coronaria arterial obstructiva (70%) y el 8% tuvo un infarto de miocardio agudo.
Más de dos tercios (68%) estaban casados; y el resto estaba divorciado/separado (14%), viudo (11%) o nunca se casó (7%).
Los individuos que nunca se casaron eran más jóvenes (edad promedio: 53 años), que aquellos que estaban divorciados/separados (edad promedio: 60 años), o que habían enviudado (edad promedio: 73 años).
Los pacientes solteros eran más propensos a ser mujeres, de raza negra, y a presentar hipertensión, insuficiencia cardíaca y colesterol alto; además tenían menos probabilidades de ser fumadores, que los pacientes casados.
El desenlace primario fue la muerte cardiovascular combinada (que incluyó infarto de miocardio fatal, accidente cerebrovascular, muerte súbita cardíaca) e infarto de miocardio no fatal. Los desenlaces secundarios incluyeron la muerte por cualquier causa y la muerte por causa cardiovascular.
En comparación con los pacientes casados, los pacientes solteros tenían un 24% más de riesgo de muerte por cualquier causa, un 45% más de riesgo de muerte cardiovascular, y un riesgo de muerte cardiovascular o infarto de miocardio 52% mayor (todos significativos), después de ajustar según las características clínicas.
Un análisis de los datos a profundidad reveló que los pacientes viudos tenían un riesgo de muerte cardiovascular o infarto de miocardio 71% mayor, y que los pacientes divorciados/separados tenían un riesgo 41% mayor de la variable de desenlace (ambos significativos), después de ajustar según las características clínicas.
Los pacientes que nunca se casaron tuvieron un riesgo 40% mayor de la variable de desenlace, pero esto no fue significativo, posiblemente porque el número de pacientes en este grupo era demasiado pequeño.
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Fuentes: Medscape / JAHA.