Los síntomas neurológicos a largo plazo como la «niebla mental» o síndrome disejecutivo que presentan algunos pacientes con COVID-19 pueden deberse a una lesión singular: la obstrucción de los capilares del cerebro por grandes células megacariocíticas, señala un nuevo estudio.
Los autores informan de cinco diferentes casos post mortem de pacientes que fallecieron por la COVID-19 en quienes se identificaron células grandes semejantes a megacariocitos en capilares corticales, cuya identidad de megacariocito se confirmó después mediante inmunohistoquímica.
Puntualizan que el hallazgo tiene interés pues, a su entender, no se había encontrado antes megacariocitos en el cerebro.
Las observaciones se describen en una carta de investigación bajo el nombre “Assessing Brain Capillaries in Coronavirus Disease 2019” publicada el 12 de febrero en la versión electrónica de JAMA Neurology.
Células de la médula ósea en el cerebro
Estas células fueron descubiertas en el primer examen de tejido cerebral post mortem de un sujeto que en vida tuvo la COVID-19.
En el primer examen del tejido cerebral de un paciente que tenía la COVID-19, no se observaron indicios de encefalitis vírica, pero sí se observaron algunas células «demasiado grandes» en los capilares del cerebro, que fueron identificados como megacariocitos de la médula ósea, hasta ahora no descrito en la literatura para pacientes COVID y sin él.
Los megacariocitos son células muy grandes, y los capilares cerebrales son muy pequeños, apenas lo suficientemente grandes para dejar pasar eritrocitos y linfocitos. Ver estas células tan grandes en estos vasos es en extremo inusual, las que podrían causar obstrucción.
Al obstruir el flujo por los capilares individuales, estas células tan grandes podrían ocasionar alteración isquémica en un patrón distintivo, lo que potencialmente da lugar a una forma atípica de alteración neurológica, señalan los autores.
Aparte de la presencia de megacariocitos en los capilares, el cerebro tenía aspecto normal. Fueron analizados 15 cerebros de pacientes que tuvieron COVID-19 y se han encontrado megacariocitos en los capilares cerebrales en cinco casos.
Nueva complicación neurológica
La encefalitis característica que se observa con otros virus no se ha notificado en exámenes post mortem de pacientes que tuvieron COVID-19. Los problemas cognitivos como el aturdimiento asociado con la COVID-19 indicarían problemas con la corteza, pero esto no se ha documentado. Esta obstrucción de múltiples vasos pequeñísimos por los megacariocitos ofrece alguna explicación de los problemas cognitivos. Esta es una nueva clase de agresión vascular observada en patología e indica un nuevo tipo de complicación neurológica.
La gran pregunta es qué es lo hacen estos megacariocitos en el cerebro. Los megacariocitos son células de la médula ósea. No son células inmunitarias. Su función es producir plaquetas. Normalmente no se encuentran fuera de la médula ósea, pero se han notificado en otros órganos en pacientes con COVID-19.
Pero el gran enigma de encontrarlos en el cerebro es cómo se abren camino a través de la red muy fina de vasos sanguíneos en los pulmones. Simplemente no es congruente desde el punto de vista geométrico. No se sabe cuál parte de la respuesta inflamatoria a COVID-19 hace que esto ocurra.
Los autores señalan que una posibilidad es que la alteración de la señalización endotelial o de otra índole reclute megacariocitos hacia la circulación y de alguna forma les permita pasar a través de los pulmones.
Medscape / Farmanuario.

