Está claro que ir a un recital puede ser una experiencia inolvidable. Pero también puede implicar un desafío físico, ya sea por una larga espera o porque el concierto en sí es físicamente demandante (por muchos saltos, sudor, etc.). Para estar listos ante cualquier imprevisto, te contamos cómo armar un pequeño kit de salud para llevar en una mochilita ¿Qué no puede faltar?
Agua o una botellita reutilizable vacía (si el predio lo permite), protector solar, gorro y lentes de sol si es al aire libre.
Llevar algunas curitas, analgésicos como ibuprofeno o paracetamol, pañuelos descartables y alcohol en gel puede ser útil.
Si usás medicación diaria, no olvides llevarla en su envase original. Un mini repelente también es útil si el recital es en zona verde o durante la tarde.
Si sos propenso a marearte o deshidratarte, algún caramelo o sobre de sales de rehidratación oral puede ser salvador.
