Los pólipos nasales son neoplasias no cancerosas que tienden a aparecer con mayor frecuencia en aquella zona donde los senos paranasales cercanos a los ojos, la nariz y los pómulos desembocan en la nariz.
Debido a que los pólipos nasales son suaves y no provocan dolor, la mayoría de las personas no sabe que los tiene, sino hasta que crecen lo suficiente para obstruir las vías respiratorias en la nariz. Esto lleva a presentar síntomas como congestión permanente en la nariz y catarro, menos sentido del olor y del sabor, presión sinusal y secreciones nasales espesas.
Aparecen con frecuencia en los conductos nasales y los senos paranasales, a consecuencia de una inflamación crónica llamada rinosinusitis. Los pólipos nasales tienden a recidivar después del tratamiento, por lo que, a menudo, es preciso recibir atención de seguimiento.
No se sabe qué desencadena la inflamación sinusal que deriva en la formación de pólipos nasales, pero las personas que suelen correr el mayor riesgo de presentar pólipos nasales son aquellas que tienen alergias, asma y reacción de las vías respiratorias a la aspirina o el ibuprofeno. Algunos estudios plantean que las personas con pólipos tienen sistemas inmunitarios que reaccionan de forma diferente y marcadores químicos en las membranas mucosas que también son distintos a los de quienes no tienen pólipos.
Cuando los pólipos producen síntomas, el tratamiento generalmente empieza con medicamentos para reducir su tamaño. La primera línea de tratamiento suele ser un corticoide nasal en aerosol para reducir la hinchazón y la irritación, acompañado por enjuagues nasales con solución salina. El tratamiento de una afección subyacente, como asma o alergia, también puede ayudar a controlar los síntomas debido a que la inflamación crónica que provoca puede relacionarse con el aparecimiento de los pólipos.
Además, hay un tratamiento nuevo para los pólipos nasales que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA de EEUU) autorizó en el mes de junio. El medicamento, llamado dupilumab, se administra mediante inyección cada dos semanas y demostró reducir el tamaño del pólipo, además de controlar la inflamación crónica de la nariz y los senos paranasales. No obstante, por ahora no se sabe cuánto tiempo hay que continuar con el medicamento a fin de controlar los pólipos, pues los primeros datos muestran que tanto estos como sus síntomas reaparecen una vez que se lo suspende.
Cuando los medicamentos no encogen los pólipos hasta que dejan de provocar síntomas, podría ser necesaria una cirugía para extirparlos. El tipo de intervención quirúrgica al que se recurre para extirpar los pólipos nasales se conoce como cirugía endoscópica de los senos paranasales, por vía endoscópica. En esta operación, el cirujano también dilata la entrada de los senos paranasales a los conductos nasales a fin de permitir que tanto los enjuagues para los senos paranasales y los medicamentos lleguen a las cavidades sinusales, porque la mayoría de los pacientes con rinosinusitis crónica y pólipos nasales requieren continuar con los medicamentos nasales y los enjuagues después de la intervención quirúrgica.
Los pólipos nasales tienden a reaparecer meses o años después de su extirpación en alrededor del 50% de los pacientes, pero toda vez que se toma consciencia de esta predisposición, se los puede controlar regularmente para detectarlos cuando aún son pequeños. Eso permite modificar los medicamentos según sea necesario para controlar mejor los pólipos y, posiblemente, reducir los síntomas.
Alrededor del 50% de los pacientes con pólipos nasales requiere cirugía. Por el momento, desgraciadamente, no hay cura para la rinosinusitis crónica con pólipos nasales, pero tanto la cirugía endoscópica de los senos paranasales como los nuevos avances en los medicamentos permiten controlar mejor los síntomas.
Mayo Clinic / Tendencias en Medicina.

