Los trastornos de la personalidad más relevantes han sido descritos por el Dr. Alvaro D´Ottone en la revista Tendencias en Medicina. Los trastornos englobados en el Grupo C incluyen trastornos evitativo, dependiente y obsesivo-compulsivo de la personalidad.
Los trastornos de este grupo tienen como eje la ansiedad (es decir, temor inadecuado): a las interacciones personales, al desamparo, al desorden. A continuación describamos sus características.
Trastorno evitativo
Es una forma de timidez extrema. Temen –y por lo tanto evitan– las interacciones sociales (incluso con las personas cercanas). Se sienten inadecuados, y esto les provoca vergüenza. Son hipersensibles al rechazo, evitan relacionarse si no están seguros de que van a agradar. Carecen de asertividad, es decir, de la capacidad de expresar en tiempo y forma sus opiniones e intereses.
Todo lo anterior los lleva al aislamiento: evitan trabajos o actividades que impliquen un contacto interpersonal importante. Pero a diferencia del esquizoide, que se aísla por falta de interés en relacionarse, estas personas sufren por no poder (no animarse a) tener relaciones humanas más ricas. El trastorno suele ser apreciable desde la infancia, y tiene importante repercusión en la vida social, laboral y amorosa, desembocando a menudo en estados depresivos.
Con respecto a la Medicina, difieren las consultas por la ansiedad que les causan; si llegan, pueden hasta ocultar síntomas para no “desagradar” al médico.
Trastorno de la personalidad por dependencia
Lo caracteriza la desmedida necesidad de que se ocupen de uno, y de que otros asuman la responsabilidad en las principales cuestiones de su vida; buscan cuidadores para evitar ansiedad. Se sienten incapaces para tomar decisiones propias, necesitando consejo y reafirmación hasta para cuestiones menores. Tienen dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera –no por falta de energía sino por falta de autoconfianza–. Sienten que no pueden estar solos; tienen gran temor a las separaciones; cuando termina una relación importante, buscan urgentemente otra relación que les proporcione el cuidado y el apoyo que necesitan. En este marco, “en pago” por la compañía, pueden llegar a tolerar abusos de todo tipo.
Comportamiento en las consultas:
- suelen venir acompañados siendo innecesario,
- cuando van a contestar una pregunta miran al acompañante como pidiendo aprobación,
- se descansan en el familiar para la gestión de turnos, obtención de medicamentos, etc.,
- ignoran qué medicamentos están recibiendo porque delegan en otro su administración,
- si el médico pasa al lugar de protector, pueden cansar con su demanda de que se les conduzca más allá de lo que corresponde profesionalmente, y rechazan consultar con un especialista o un suplente por su apego/dependencia con un único profesional.
Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad
Aclaremos antes que nada, que no es lo mismo este trastorno que el conocido “TOC” (Trastorno obsesivocompulsivo, o Neurosis obsesiva). En este último, los síntomas centrales son: o bien la presencia de pensamientos e imágenes enormemente desagradables para la persona, que se le imponen (lo asedian – en latín “obsedere”) o bien la inescapable coerción de realizar conductas absurdas como conjuro para que no ocurran determinadas catástrofes. Son personas que sufren por su condición, y buscan ayuda. En cambio, el trastorno O-C de la personalidad, es un modo de ser en relación al cual quien lo presenta suele ser egosintónico, es decir, no le molesta y hasta lo considera como una virtud. De todos modos, el trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad y el TOC, se asocian con bastante frecuencia, y esta es la causa de que históricamente compartan el nombre.
¿Cuáles son sus características? La descripción del DSM no necesita comentarios:
- preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control, a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia,
- preocupación por el orden: detalles, normas, listados, organización, horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad,
- perfeccionismo que interfiere con la finalización de las tareas (p. ej.: es incapaz de acabar un proyecto porque no cumple sus propias exigencias, que son demasiado estrictas),
- dedicación excesiva al trabajo, con exclusión de las actividades de ocio y las amistades (no por necesidad económica),
- reacios a delegar tareas en otros, a no ser que estos se sometan exactamente a su manera de hacer las cosas,
- masoquista servil con superiores y sádico controlador con inferiores,
- avaro en los gastos para él y para los demás; acumula dinero con vistas a catástrofes futuras, • incapacidad para tirar los objetos gastados o inútiles, incluso aquellos sin valor sentimental,
- rigidez (gran dificultad de adaptarse a cambios), dogmatismo, obstinación.
En cuanto a su comportamiento en la relación pacientemédico, podemos observar: son muy formales; cansadoramente minuciosos en la descripción y cronología de sus síntomas y tratamientos, son muy obedientes a las indicaciones (a veces, hasta la insensatez), pero tienen gran dificultad ante cualquier cambio (p.ej.: de marca de fármaco). Una conducta típica es que terminada la consulta, vuelven con “una preguntita más”.
Tendencias en Medicina.