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Señales de alerta de desnutrición en personas mayores

La desnutrición es una de las condiciones que más preocupan a quienes cuidan a personas mayores y se trata de un problema muy habitual que se traduce en un aumento de la fragilidad y dependencia de los ancianos.

Prevenirla o detectarla a tiempo es prioritario para mejorar su salud.

Principales causas y factores de riesgo

Entre las patologías que entrañan un mayor riesgo de que los mayores desarrollen desnutrición destacan las siguientes:

·         Demencias, como la enfermedad de Alzheimer.

·         Enfermedades cerebrovasculares.

·         Fracturas en el sistema locomotor (como la fractura de cadera).

·         Osteoporosis.

·         Diabetes.

·         Enfermedades del sistema digestivo.

·         Problemas para tragar (disfagia).

·         Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

·         Infecciones (como las urinarias, muy frecuentes en ancianos y muchas veces asintomáticas).

·         Úlceras por presión.

·        Dentaduras en mal estado

Signos de alarma

La desnutrición se puede tratar de forma eficaz y su control es esencial para mejorar el pronóstico de muchas de las patologías que afectan al paciente mayor. El propio interesado o quienes lo cuiden deben prestar atención a las siguientes señales de alerta:

·         Disminución de la ingesta en el último mes.

·         Pérdida de peso no intencionada en los últimos meses.

·         Pérdida de masa muscular. Una forma de apreciarla es observar si tiene los brazos o las pantorrillas más delgados.

·         Pérdida de fuerza en el músculo. Intentar ver si tiene menos fuerza para agarrar o levantar algo de peso.

·         Mayor cansancio al realizar actividades de la vida diaria.

·         Tendencia a toser o atragantarse al comer o beber.

¿Cómo se puede prevenir?

Unos buenos hábitos de alimentación pueden contribuir a prevenir la desnutrición en las personas mayores. Se recomienda realizar al menos 4 comidas al día, que deben ser equilibradas e incluir alimentos que aporten energía, proteínas, vitaminas y minerales. Asimismo, es conveniente vigilar tanto la ingesta de agua como el tránsito intestinal.

La dieta de un anciano sano no debe diferir en gran medida de la del adulto. Se calcula que precisará algo menos de calorías y mayor porcentaje de esa energía en forma de proteínas pero, en general, el patrón de dieta mediterránea es el idóneo.

Un aspecto que se debe valorar es la tolerancia a grandes cantidades de lactosa, pues es natural desarrollar cierta intolerancia en esta época de la vida.

El resto de pautas alimenticias se resumen en el consumo de legumbre tres veces a la semana, dar prioridad al pescado (el azul, 2-3 veces a la semana) y el huevo sobre la carne, incluir frutos secos naturales todos los días, consumir al menos un lácteo fermentado al día (sin azucarar), dar prioridad a los cereales integrales y consumir mucha verdura y fruta.

Una vez diagnosticado el problema, ¿cómo se trata?

El tratamiento dependerá de la causa de la desnutrición. Por eso, lo primero será tratar la patología de base que esté produciendo el problema.

Es importante que el médico revise qué medicación toma el afectado porque a veces hay algún medicamento que es la causa de que deje de comer. Además, se deberá procurar que la persona tome la menor cantidad de medicamentos posibles.

En cuanto a la toma de suplementos nutricionales, nunca debe hacerse sin la guía de un profesional cualificado. El uso de suplementos orales solo está indicado en casos de riesgo alto de desnutrición, así como para el tratamiento de la desnutrición establecida.

Como en toda intervención dietética, el ejercicio físico también constituye una pieza clave frente a la desnutrición. Su práctica ayudará a mitigar la pérdida de fuerza muscular, por lo que se recomiendan, sobre todo, ejercicios de fuerza y de resistencia. También pueden ser útiles los de flexibilidad y equilibrio.

Es recomendable ante la sospecha de desnutrición de un adulto mayor, consultar a su médico, quien buscará la causa del problema y realizará un plan de tratamiento y seguimiento.

Cuidate Plus / Farmanuario.

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