Las erupciones cutáneas podrían ayudar a médicos a identificar personas con COVID-19 grave que tienen más probabilidades de presentar coagulopatías, señalan nuevos datos.
Investigadores en el “Weill Cornell Medicine New York-Presbyterian Medical Center” de Nueva York, Estados Unidos, vincularon erupciones cutáneas livedoides o purpúreas con mayor probabilidad de vasculopatía obstructiva asociada a la infección por SARS-CoV-2 en un pequeña serie de casos.
Estos signos cutáneos podrían orientar a aumentar los análisis de coagulación en esta población de pacientes y se debería considerar una interconsulta a hematología para posible tratamiento anticoagulante en pacientes con estas manifestaciones cutáneas de COVID-19 grave.
Se debería considerar solicitar D-dímeros, fibrinógeno, estudios de coagulación, y biopsia cutánea, puesto que también hay otras posibilidades en el diagnóstico diferencial.
La carta de investigación “Livedoid and Purpuric Skin Eruptions Associated With Coagulopathy in Severe COVID-19” fue publicada en la versión digital en JAMA Dermatology.
Los hallazgos se suman a múltiples informes previos de manifestaciones cutáneas relacionadas con COVID-19, incluido un estudio de 375 pacientes en España. Estudios previos ya habían demostrado que los pacientes con lesiones livedoides o necróticas tienen peor pronóstico, ya que estas son indicadoras de obstrucción vascular.
Los investigadores informaron sus observaciones en cuatro pacientes de 40 a 80 años de edad. Cada uno de ellos tenía COVID-19 grave con síndrome de dificultad respiratoria aguda y requirieron intubación y ventilación mecánica. Los médicos tratantes solicitaron interconsulta a dermatología para evaluar presentaciones de livedo racemosa fija acral y púrpura retiforme.
Las concentraciones de dímero D superaron los 3 µg/ml en cada caso. Los cuatro pacientes tenían embolia pulmonar sospechada que presentaron al cabo de 1 a 5 días después de los hallazgos dermatológicos. La anticoagulación profiláctica al ingreso se modificó a anticoagulación terapéutica debido a las crecientes concentraciones de dímero D y las complicaciones trombóticas sospechadas.
Resultado de la biopsia cutánea
Las biopsias en sacabocados revelaron vasculopatía trombogénica pauciinflamatoria que afectaba a capilares, vénulas, arteriolas o arterias pequeñas.
Los hallazgos cutáneos de livedo racemosa apuntan a obstrucción parcial de los vasos sanguíneos cutáneos, mientras que la púrpura retiforme indica obstrucción completa de vasos sanguíneos cutáneos.
La imposibilidad de confirmar el momento exacto del inicio del exantema fue una limitación del estudio.
Los hallazgos indican que los médicos que atienden a pacientes con COVID-19 deben tener presente los exantemas livedoides y purpúreos como manifestaciones potenciales de un estado de hipercoagulabilidad subyacente. Si se identifican estos hallazgos cutáneos se ha de considerar biopsia de la piel, pues el resultado puede servir de guía para el tratamiento anticoagulante.
Considerar una interconsulta a dermatología
Esta es una pequeña serie de casos de cuatro pacientes, pero refleja lo que hemos visto en nuestro centro hospitalario, y que otros han comunicado acerca de pacientes individuales en varias partes del mundo.
Es importante que todos los médicos que atienden a pacientes con COVID-19 busquen estos exantemas y los mismos deberían tener un umbral bajo para solicitar una interconsulta a dermatología. Una biopsia cutánea es mínimamente cruenta y puede ser importante para confirmar o descartar que estos exantemas verdaderamente reflejen una vasculopatía trombótica.
Medscape / Farmanuario.

