Del 3 al 9 de noviembre se conmemora la Semana Mundial del Paciente Quemado 2025, una oportunidad para recordar aquellas acciones básicas que debemos implementar ante una quemadura. A continuación, repasamos tres claves.
Las quemaduras son accidentes frecuentes en el hogar y actuar rápido puede marcar la diferencia para minimizar el daño en la piel. Saber cómo responder de inmediato ayuda a aliviar el dolor, evitar complicaciones y favorecer una mejor recuperación.
La primera acción es enfriar la zona afectada. Colocá la piel bajo agua fría (no helada) de 10 a 20 minutos. Este paso reduce la temperatura del tejido, calma el ardor y evita que la lesión siga avanzando. No uses hielo directamente, ya que puede agravar el daño.
La segunda acción es proteger la quemadura. Secá con suavidad y cubrí con una gasa estéril o un paño limpio, sin presionar. Evitá reventar ampollas, ya que son una barrera natural contra infecciones. Tampoco apliques remedios caseros como pasta dental, manteca, aceite o alcohol, que empeoran la lesión y pueden favorecer infecciones.
Por último, es clave evaluar la gravedad y buscar ayuda médica cuando corresponda. Consultá de inmediato si la quemadura es extensa, profunda, compromete cara, manos, pies o genitales, o si la persona es un niño, adulto mayor o tiene una enfermedad crónica.

