HomeAteneo médicoTuberculosis en grandes ciudades, barreras para el control

Tuberculosis en grandes ciudades, barreras para el control

 

La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por el bacilo de la TB o Micobacterium tuberculosis (M.TB). Si bien más frecuentemente afecta a los pulmones (TB pulmonar), también puede afectar otros órganos (TB extrapulmonar). La infección se transmite cuando las personas enfermas expulsan en el aire espirado, a partir de sus lesiones pulmonares, pequeñas gotas que contienen el bacilo, por ejemplo al toser.

Entre 2 y 3 mil millones de personas están infectadas por el M.TB, aunque sólo una pequeña proporción, estimada entre 5 a 15% de estas personas, desarrollarán la TB enfermedad o TB activa en algún momento de su vida. Sin embargo, existen condiciones por las cuales las posibilidades de desarrollar la enfermedad son mucho más altas. Es el caso de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), aumentando 30 veces la probabilidad de desarrollar TB activa, constituyendo la principal causa de muerte de las personas con VIH (35%). Si bien la TB es una enfermedad tratable y curable, sigue siendo uno de los mayores problemas de salud, y se sitúa dentro de las 10 primeras causas de muerte. En el año 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que ocurrieron 10,4 millones de nuevos casos de TB en todo el mundo, y murieron casi dos millones de las personas afectadas. De ese total estimado, sólo se detectaron y notificaron 6,1 millones, por lo cual quedaron sin identificar y tratar 4,3 millones de casos. Otro grave problema, que afecta severamente el control de la enfermedad, es la aparición de cepas resistentes a las drogas antituberculosas. En 2015, aproximadamente 480.000 personas desarrollaron TB resistente a múltiples fármacos (TB multi-drogo-resistente (TB-MDR)). La TB-MDR se produce cuando los bacilos son resistentes a los principales fármacos para el tratamiento de la enfermedad: rifampicina e isoniacida. Una forma especialmente problemática, por la complejidad de su manejo, es la TB extensamente resistente (TB-XDR). Se estima que en 2015, casi 10% de las personas con resistencia a drogas tenían una TB-XDR. 

Tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, la carga de TB es mayor en las zonas urbanizadas que en las rurales, aunque existen excepciones a esta regla. En América Latina y el Caribe (ALC) se encuentran los países en desarrollo con más altas tasas de urbanización. Consideradas en su conjunto, son las ciudades más inequitativas del mundo. El 27 %, cerca de 120 millones de personas, vive en barrios marginales. La baja cobertura de suministros básicos, la precariedad de la vivienda y el hacinamiento, generan condiciones que aumenta la susceptibilidad para un gran número de enfermedades, entre ellas la TB. Las grandes ciudades se comportan como “concentradores” de grupos de alto riesgo para TB: inmigrantes de países de alta incidencia, personas sin hogar (situación de calle), bajo nivel educativo, antecedentes de reclusión presente o pasada (personas privadas de libertad (PPL)), consumo problemático de alcohol y otras drogas, personas infectadas por VIH. Con frecuencia uno o más de estos factores de riesgo coinciden en un mismo individuo.

En grandes ciudades de ALC las barreras para el control de la TB son debidas a factores socio-políticos, ambientales, económicos, estructurales, propios del sistema sanitario, así como a los tipos de comportamiento y estilos de vida de las poblaciones. En términos generales existe una fragmentación y multiplicidad de proveedores de salud, que muy frecuentemente no están coordinados entre sí. Por otra parte, existe escasa referencia de los enfermos de TB al primer nivel de atención. En general, estos pacientes se diagnostican y luego reciben su tratamiento en establecimientos de segundo y tercer nivel, sometiendo a los afectados a largos y costosos desplazamientos, con las consecuencias previsibles para ellos y sus familias. La situación se agrava cuando los pacientes con TB padecen otras afecciones, lo cual es muy frecuente: diabetes mellitus, infección por VIH. Los servicios de salud dependen, por lo general, de distintos organismos (Ministerio de Salud, Seguridad Social, Municipales, Provinciales, etc.) con políticas y prioridades diferentes, dentro de las cuales la TB no ocupa el lugar que debiera. Por lo general, los Programas Nacionales de Control de la TB se relacionan escasamente con esos organismos y ejercen sobre ellos una escasa o nula influencia. La enfermedad conlleva, aún, una fuerte carga de estigmatización que constituye una barrera para el acceso y la permanencia de los pacientes en los servicios de salud. De esto resulta un diagnóstico tardío de la enfermedad, manejo inadecuado del tratamiento con bajas tasas de adherencia, ausencia o deficiencia en el control de los contactos y en la administración del tratamiento preventivo.

Para ver el artículo completo click aquí.

 

Tendencias en Medicina.

ARTICULOS RELACIONADOS

Más leidas