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Tuberculosis en grandes ciudades II parte

 

A continuación se presenta resumidamente el “Marco de Trabajo para el Control de la Tuberculosis en Grandes Ciudades de Latino-América y el Caribe” (MTCTBGC), un documento elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y que se propone a los Programas Nacionales de Control de la TB de los países de la región. Si este marco de trabajo se aplicara en la región, será la primera experiencia en el mundo de un abordaje sistemático del control de la TB en ciudades, por lo cual, durante el proceso de su implementación y evaluación, se espera que surjan necesidades de cambio o ajustes en las etapas y actividades, de acuerdo a las evidencias producidas.

Este documento propone una estrategia para el control de la TB con etapas y actividades que faciliten una atención de salud integral, con un enfoque interprogramático e intersectorial coordinado con diferentes actores y sectores. Las etapas y actividades incluyen en su abordaje los principales determinantes sociales de salud que promueven y exacerban la endemia de la TB, especialmente en poblaciones de barrios marginales de grandes ciudades. Una premisa fundamental es que las actividades a realizar incluyan tres sectores de la sociedad:

  1. Autoridades de salud de los gobiernos central, departamental y municipal (local).
  2. Todos los proveedores de salud de los subsectores públicos y privados.
  3. Comunidades que viven especialmente en aquellas divisiones territoriales que albergan grupos poblacionales con mayor vulnerabilidad para desarrollar TB.

El Marco de Trabajo para el Control de la Tuberculosis en Grandes Ciudades de Latino-América y el Caribe propone la planificación y aplicación de la estrategia en las siguientes etapas:

  1. Asegurar el compromiso político del nivel nacional, subnacional y local y la coordinación con las diferentes autoridades de salud.
  2. Elaborar un mapeo epidemiológico de la situación de la TB en las ciudades e identificar poblaciones en riesgo.
  3. Elaborar un censo y mapeo del sistema sanitario y de los proveedores de salud existentes. La información obtenida nos permite conocer el número, la composición y ubicación de los diferentes proveedores y el tipo de las poblaciones a las que dan cobertura. También se podrá identificar el nivel de cobertura y los recursos disponibles para el control de la TB en las distintas unidades de análisis. Se deben incorporar a los grandes hospitales o institutos de tercer nivel que aglutinan gran parte de las consultas médicas realizadas en las ciudades, que generalmente incluyen a las poblaciones más pobres.
  4. Adaptar la atención de salud a las necesidades de las poblaciones de riesgo. El objetivo es ofrecer un acceso rápido, de calidad e integral para la atención de los pacientes con TB. Este acceso está dificultado generalmente por barreras económicas: costo de la consulta y del transporte, pérdida de horas o días de trabajo, déficit en la cantidad y la calidad de la oferta de los servicios, frecuente en los barrios marginales donde es mayor la incidencia de TB. Por lo tanto, es necesario identificar las barreras de acceso a los servicios de salud. Una vez cumplido este paso, se debe elaborar un plan de acción para superar las barreras que se han identificado, adecuar la atención a las necesidades de la población, desarrollar acciones informativas y educativas para promover la consulta precoz y fomentar la adherencia al tratamiento.
  5. Incorporar el abordaje interprogramático en el control de la TB para garantizar la atención integral de los enfermos. Las poblaciones marginales son vulnerables a la TB y también a otras patologías: infección VIH, diabetes mellitus, consumo problemático de alcohol y “drogas ilícitas”, tabaquismo. Por lo tanto es necesario un abordaje integral en los establecimientos de salud en los cuales son atendidos estos pacientes, implementando protocolos operativos.
  6. Incorporar la TB y su control en la protección social y en el trabajo intersectorial.Actualmente la protección social, un derecho fundamental de todos los individuos, tiene como objetivos el combate de la pobreza a corto y largo plazo y el fortalecimiento del capital humano para cortar su perpetuación a lo largo de las generaciones. La TB debe ser incorporada en los planes de desarrollo de distintos sectores: acceso a los servicios de salud, vivienda, educación, suministro de agua potable y saneamiento, higiene urbana, todos destinados a mejorar la calidad de vida de la población.
  7. Elaborar un sistema de monitorización y evaluación rutinario.El plan de monitoreo y evaluación se hará en línea con las normas nacionales. Se deberán incorporar variables e indicadores para cada etapa del marco de trabajo. También es necesario implementar y adaptar un sistema de registro e información que permita que todos los proveedores que participan en las actividades del programa de TB, notifiquen y evalúen sus casos. Una etapa fundamental es difundir los logros operacionales y epidemiológicos, ya que es una forma de asegurar la sostenibilidad de las actividades emprendidas, la movilización de recursos nacionales y locales y la reafirmación del compromiso asumido por otros sectores y por la comunidad.

Ciudades Libre de TB

Las autoridades locales deben ser aún más sensibles a las problemáticas de sus poblaciones que las autoridades gubernamentales centrales. Ejerciendo un fuerte liderazgo, mayor autonomía y con los recursos adecuados y en proximidad con las personas a las que sirven, las poblaciones de las ciudades y sus líderes tienen la posibilidad de alcanzar la meta de poner fin a la Tuberculosis.

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