Con la pandemia por COVID-19 se han producido cambios en los hábitos y rutinas de ejercicios y muchos al no poder ir al gimnasio han optado por salir a correr.
Correr es y sigue siendo un deporte muy sano, barato, y que se puede practicar al aire libre.
¿Qué debemos tener en cuenta para correr sin poner en riesgo nuestra salud? A continuación compartimos 10 recomendaciones:
1. Correr con la cabeza
El running es una afición muy saludable, siempre que se practique con sensatez: no pierdas de vista tus motivaciones y sobre todo plantéate objetivos realistas, que debes ir cumpliendo y aumentando de manera gradual.
2. Antes de empezar, chequea tu salud
Antes de comenzar a correr, acude a consulta con un médico, que se encargará de comprobar tu estado de salud general y te realizará pruebas de esfuerzo para conocer tu forma física. No esperes a estar lesionado/a o mostrar signos de alguna enfermedad para ir al médico.
3. Sigue un plan de entrenamiento personalizado
Lo ideal es acudir a un entrenador formado, que programará el plan de entrenamiento más adecuado para tu caso.
4. Calienta y estira siempre
Ambas precauciones son esenciales para reducir el riesgo de lesiones: los calentamientos previos permiten al cuerpo aumentar la temperatura y prepararse para el ejercicio, mientras que los estiramientos posteriores son clave para aliviar la tensión en músculos y tendones que la actividad física pueda producir.
5. Respeta los días de descanso
El reposo es una de las claves conocida como entrenamiento invisible, esencial para aumentar el rendimiento físico del runner y prevenir las lesiones. Además de no correr los días de la semana establecidos en el plan de entrenamiento, debes dormir entre siete y nueve horas diarias.
6. Dieta rica en hidratos de carbono
Debes alimentarte de manera equilibrada y consumir todos los tipos de alimentos, pero con predominio de aquellos que contengan hidratos de carbono, presentes en la pasta, el pan, las harinas y los cereales. De esta manera, lograrás mantener los depósitos de glucógeno de tu organismo.
7. Hidrata tu cuerpo
Antes, durante y después del ejercicio, cuando perdemos una gran cantidad de agua y electrolitos a través del sudor. Si no ingieres los líquidos necesarios para reponer las pérdidas producidas, el rendimiento físico se reduce y aumenta el riesgo de lesiones.
8. Suplementos nutricionales
Para evitar la deshidratación, preparar el cuerpo para la carrera y ayudar al músculo a recuperarse después, los suplementos nutricionales pueden constituir una gran ayuda. Eso sí, escoger siempre productos que garanticen la máxima calidad y seguridad, con el asesoramiento del farmacéutico o de un médico especialista.
9. Mimar los pies
Es una de las partes del cuerpo que más sufre cuando corre. Lávalos adecuadamente todos los días, hidrátalos al menos dos veces a la semana y córtate correctamente las uñas. Tampoco dejes de acudir al podólogo para tratar los callos y durezas.
10. Elegir el calzado más adecuado
El calzado de deporte y el resto de equipamiento que uses al correr deben estar adaptados a tus necesidades y objetivos como corredor. En el caso del calzado, es especialmente importante que su amortiguación sea la adecuada para tu peso y ergonomía, adaptada a tu manera de pisar y no ajustado.
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