El consumo de frutos secos es recomendable a diario por sus numerosas propiedades y grandes beneficios para nuestra salud.
Cada uno de ellos contiene nutrientes específicos que favorecen distintas funciones vitales, tienen alta densidad energética y aportan proteínas, grasas, antioxidantes, fibra, minerales y vitaminas B y E.
Los frutos secos son una de las mejores opciones para revitalizar el organismo, destacan por un bajo contenido de agua y un alto porcentaje de grasas “saludables”, monosaturadas y polisaturadas, que ayudan a disminuir los niveles de colesterol. Si bien se consideran alimentos muy calóricos (contienen entre 100 y 180 kilocalorías cada 100 gramos), están llenos de nutrientes, por lo que optimizar su consumo ayuda a cubrir ciertas necesidades vitales y regular algunas dolencias. Además, tienen un gran poder de saciedad y son ingredientes fáciles de incluir en cualquier receta dulce y salada, o simplemente como colación entre comidas. Los especialistas aconsejan ingerir 50 gramos por día de frutos secos; siendo la mejor alternativa consumirlos “crudos” y sin sal agregada. Almendras, avellanas, nueces, pistachos, maníes, castañas, semillas de calabaza y girasol; la variedad de frutos secos es amplísima y todos destacan por una misma característica: su composición natural de propiedades beneficiosas.
Un beneficio por cada fruto seco
Se podría decir que existe un tipo de fruto seco para cada necesidad, y aunque sus propiedades no son milagrosas, sí colaboran con muchas dolencias y enfermedades detalladas a continuación.
Problemas cardiovasculares: Entre sus múltiples funciones, los frutos secos son una excelente opción para controlar el colesterol, los triglicéridos y la hipertensión. Las nueces son las que tienen más ácidos grasos omega 3 y por lo tanto su papel es clave en los beneficios cardiovasculares. Se aconseja consumirlas a media mañana o como merienda.
Problemas óseos: Algunos frutos secos como las almendras o las semillas de calabaza son el complemento perfecto para el aporte de calcio, reduciendo dolores de los huesos, previniendo la osteoporosis y fortaleciendo el sistema óseo a nivel general. Son aconsejables especialmente para aquellas personas que no consumen lácteos y para mujeres en posmenopausia.
Tránsito intestinal: Por su alto contenido en fibra, son ideales para favorecer el tránsito intestinal. Las almendras son el fruto seco que contiene más fibra, seguidas por las nueces y los pistachos; siendo todos ellos muy recomendables para quienes sufren de estreñimiento.
Sobrepeso: Los frutos secos con más grasas saludables tienen un poder enorme de saciedad y aportan grandes dosis de energía, colaborando con la reducción de la ingesta de otros alimentos menos sanos. Las avellanas, las nueces y las almendras ayudan a mantener la salud de los vasos sanguíneos y controlar los niveles de colesterol.
Diabetes: Particularmente, los pistachos ayudan a controlar los niveles de lípidos y glucosa en sangre en diabéticos de tipo 2. Es importante escoger aquellos que contengan pocos niveles de sal.
Problemas cognitivos: Ciertos frutos como las nueces tienen altas concentraciones de flavonoides, es decir, antioxidantes con efectos antiinflamatorios, anticancerígenos y protectores del corazón, que también acceden a áreas del hipocampo del cerebro responsables del aprendizaje y la memoria. Estudios científicos de la Universidad de Loma Linda en California avalan sus efectos neuroprotectores, favoreciendo la “neurogénesis” o la creación de nuevas neuronas. Por otra parte, la vitamina E presente en almendras y avellanas, colabora con la prevención del deterioro cerebral y la demencia cognitiva.
Top #3 de las mejores propiedades
- Son fuente de minerales, fibra y vitaminas. Tienen propiedades antioxidantes por su alto contenido de minerales como magnesio, potasio, calcio, hierro y fósforo. También, son ricos en vitaminas B1 y B3, y constituyen una de las principales fuentes vegetales de vitamina E.
- Aportan proteína vegetal. Son muy aconsejables para incluir en dietas vegetarianas por su elevado valor de proteínas totalmente vegetales. Además, son una fuente de energía para los deportistas, antes y después del entrenamiento o la competencia.
- Contienen grasas saludables. Debido a su composición de grasas monosaturadas (ácido oleico, omega 6 y omega 3), se les atribuyen propiedades cardiosaludables.
Hola Salud/ Farmanuario.