El desarrollo de nuevos antibióticos está “estancado” y es insuficiente para hacer frente a la creciente amenaza de la resistencia microbiana, alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde 2017, solo se han aprobado doce antibióticos, 10 de ellos de clases que ya enfrentan resistencias.
“Hay una gran brecha en el descubrimiento de tratamientos antibacterianos, y aún más en el
descubrimiento de tratamientos innovadores. Esto supone un serio reto para superar la creciente pandemia de resistencia a los antimicrobianos y nos deja a todos cada vez más vulnerable a las infecciones bacterianas, incluidas las más simples”, dijo Hanan Balkhy, subdirectora de la OMS para esta área.
Según los análisis anuales de la OMS, en 2021 solo había 27 nuevos antibióticos en desarrollo clínico contra patógenos que se consideran prioritarios, frente a los 31 de 2017.
En términos más generales, el informe describe que, de los 77 antibacterianos en fase de desarrollo clínico, 45 son “tradicionales” y 32 son “no tradicionales”. Entre estos últimos se encuentran los anticuerpos monoclonales y los bacteriófagos, que ofrecen nuevas oportunidades para abordar las infecciones por bacterias resistentes a los antimicrobianos desde diferentes ángulos.
Por término medio, la resistencia a la mayoría de los nuevos fármacos se registra dos o tres años después de su entrada en el mercado.
Un largo camino para la aprobación
Entre los obstáculos para el desarrollo de nuevos productos se encuen- tran el largo camino hasta la aprobación, el alto coste y las bajas tasas de éxito. En la actualidad se tardan entre 10 y 15 años en conseguir que un candidato a antibiótico pase de la fase preclínica a la clínica. En el caso de los antibióticos de las clases ya existentes, solo uno de cada 15 en fase de desarrollo preclínico llega a los pacientes. En el caso de los más innovadores, la cifra se reduce a uno de cada 30 candidatos.
En la actualidad, de los 27 antibióticos en fase de desarrollo clínico que abordan patógenos prioritarios, solo seis cumplen al menos uno de los criterios de innovación de la OMS.
Fuente: Extraído de la revista Hola Salud / Noticias ONU

