El glaucoma es la principal etiología de ceguera prevenible. Es una enfermedad del nervio óptico, provocada en la mayoría de los casos por la elevación de la presión intraocular (PIO). Es una patología de muy lenta evolución, frecuentemente asintomática en estadios iniciales, afectando finalmente la periferia o el centro del campo visual, pudiendo determinar en una etapa avanzada, ceguera.
Se puede clasificar de multiples formas, pero la más frecuentemente utilizada es de acuerdo a la anatomía del ojo. En función de cómo sea la amplitud del ángulo que forman la córnea con el iris periférico se distinguen:
- glaucomas de ángulo abierto
 - glaucomas de ángulo estrecho o cerrado
 
El de presentación más común es el glaucoma crónico de ángulo abierto, que cursa asintomático, de progresión muy lenta y que puede provocar pérdida de sectores del campo visual de forma irreversible, denominados escotomas. Aquellos pacientes portadores de glaucoma crónico de ángulo estrecho pueden ocurrir el glaucoma agudo, que frecuentemente se presenta en servicios de urgencia como ojo rojo doloroso acompañado de disminución de la visión. Se trata de una urgencia oftalmológica, dado que pueden quedar secuelas visuales significativas.
Diagnóstico y valoración
Frecuentemente el glaucoma tiene un componente genético, por lo que evaluar la presencia de antecedentes familiares es clave. El interrogatorio aporta poca información por tratarse de una patología asintomática durante un largo período. En el examen clínico se debe realizar fondo de ojo para evaluar el nervio óptico, la valoración de la presión ocular y el estudio del ángulo de la cámara anterior del ojo. El ángulo de la cámara anterior puede ser abierto o estrecho sin la presencia de glaucoma, dado que esto se trata de una conformación anatómica; se define glaucoma cuando debido a la presión alta el nervio óptico se daña.
Se debe destacar que la presión intraocular no guarda relación con la presión arterial; la presión ocular tiene una cifra única, no tiene sistólica ni diastólica. Además, tiene un rango de normalidad desde los 7 u 8 mmHg hasta 20 o 22 mmHg, presentando oscilaciones de hasta 4 o 5 mmHg durante el día, por lo que es necesario tomar la presión varias veces en el día.
De los exámenes complementarios se destacan estudios estructurales y funcionales.
Tratamiento del glaucoma
El tratamiento farmacólogico puede incluir un análogo de prostaglandina genérico (PGA, como latanoprost o travoprost), un betabloqueante tópico oftalmológico, un inhibidor de la anhidrasa carbónica oral o tópico, un miótico agonista colinérgico (carbacol) o un agonista alfa-adrenérgico oftálmico (brimonidina), o una combinación de ellos.
El tratamiento quirúrgico se basa en la realización de una trabeculoplastia láser selectiva de 360°.
Es fundamental siempre referir al paciente con sospecha de glaucoma a un especialista en oftalmología para que realice el seguimiento y tratamientos oportunos.
Bibliografía
- Glaucoma: diagnosis and management. London: National Institute for Health and Care Excellence (NICE); 2022 Jan 26. (NICE Guideline, No. 81.) Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK579558/
 - Abelenda A. Actualización en Glaucoma – conceptos básicos y aplicación práctica. Tendencias en Medicina. Agosto 20213; año VIII. Nº 8.
 

                                    