La cadena del medicamento —desde su desarrollo hasta su consumo final— es un proceso complejo que implica múltiples actores e instancias sanitarias. Su adecuada gestión es fundamental para garantizar el uso racional de medicamentos, entendido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la utilización apropiada, en las dosis necesarias, durante el tiempo adecuado y al menor costo posible para el paciente y la comunidad.
Es por lo tanto la secuencia de pasos interrelacionados que describe el paso del medicamento por la comunidad, desde que es concebido y desarrollado hasta que es utilizado. Incluye el desarrollo experimental y clínico del medicamento, su registro, comercialización, promoción, distribución, prescripción, dispensación, uso y disposición final.
En la cadena del medicamento intervienen múltiples actores en cada eslabón:
- Investigación y Desarrollo: Industria Farmacéutica – Universidades – Centros de Investigación.
- Clínica.
- Evaluación, Registro y Control: Ministerios de Salud.
- Distribución: Industria Farmacéutica – Droguerías – Entidades autorizadas para distribución.
- Prescripción: profesionales sanitarios.
- Venta y Dispensación: Unidades de farmacia sanitarias y farmacias comunitarias autorizadas.
- Administración / Uso: Enfermería – Paciente.
- Estudios y Controles Post-Venta: Profesionales de Salud.
Es clave que cada actor contribuya y promueva el Uso Racional de Medicamentos (URM).
Uso racional de medicamentos (URM)
El uso racional de medicamentos (URM), definido por la OMS, implica que los pacientes reciban el medicamento apropiado a sus necesidades clínicas, en las dosis adecuadas, durante un período suficiente y al menor costo posible. Sin embargo, más del 50 % de los medicamentos se prescriben, dispensan o consumen de manera inapropiada.
El URM mejores los resultados clínicos con menos efectos adversos. Además optimiza el gasto sanitario y reduce las hospitalizaciones, con impacto presupuestan en los países, particularmente en el contexto de gran desarrollo y demanda de medicamentos de alto precio. De tal modo, también contribuye a una mayor confianza en el sistema por parte de pacientes y lograr equidad en el acceso a medicamentos.
Estrategias para fortalecer el URM
Entre las principales estrategias para consolidar el uso racional de medicamentos se destacan la educación continua, que debe ser independiente y dirigida a los profesionales de la salud, evitando la influencia de la industria farmacéutica. Asimismo, es fundamental la elaboración y aplicación de protocolos y guías clínicas nacionales adaptadas a la realidad epidemiológica y a los recursos disponibles en cada país. La implementación de la prescripción electrónica, acompañada de sistemas de alerta clínica, representa otra herramienta que permite reducir errores de medicación y mejorar la trazabilidad.
Los Comités de Farmacia y Terapéutica tienen un papel central en la selección, evaluación y seguimiento de los medicamentos incluidos en los formularios institucionales, contribuyendo a una prescripción más segura y eficiente. Finalmente, la educación dirigida a los pacientes constituye un eje esencial, ya que fomenta la adherencia al tratamiento y reduce los riesgos derivados de la automedicación inadecuada.
Como fue mencionado, dentro de la cadena del medicamento, cada profesional de la salud cumple una función clave e irremplazable. Los profesionales sanitarios son responsables de una prescripción racional, lo que promueve la transparencia y el acceso equitativo a medicamentos genéricos de calidad. Los farmacéuticos, por su parte, son actores fundamentales en la dispensación segura, el seguimiento de los tratamientos y la educación sanitaria, asegurando que los pacientes reciban información clara y precisa sobre el uso de los medicamentos. Finalmente, las autoridades regulatorias son las encargadas de fiscalizar y controlar todas las etapas de la cadena, desde la comercialización hasta la utilización, garantizando así el cumplimiento de las normativas y la protección de la salud pública.
Conclusiones
La cadena del medicamento es un engranaje secuencial que, si se gestiona correctamente, garantiza seguridad, eficacia, adherencia y sostenibilidad. Cada actor tiene un rol imprescindible para el uso racional y la salud pública. Fortalecer la educación, la regulación y el papel accesible de la farmacia son estrategias clave para avanzar hacia una atención sanitaria de calidad.
Referencias
1. Boletín de Farmacología, 2024. Condiciones de venta y prescripción de medicamentos en Uruguay.
2. Scribd. Cadena terapéutica del medicamento.
3. Farmacéuticos.com. Día Mundial del Farmacéutico 2025.
4. Pharmaexcipients.com. World Pharmacists Day.
5. OMS. Uso racional de medicamentos.

