¿Te sucede que a tu perro le lloran los ojos con frecuencia? Ante esto, es importante identificar la causa para brindarle el mejor cuidado.
El lagrimeo excesivo, conocido como epífora, puede deberse a diversas razones, desde alergias e irritaciones hasta problemas más serios como infecciones o malformaciones en los conductos lagrimales.
Algunas razas, como los bulldogs, pugs o shih tzus, son más propensas a este problema debido a la forma de su cara y sus ojos prominentes.
Factores como el polvo, el humo, los productos de limpieza o incluso ciertos alimentos también pueden desencadenar el lagrimeo.
Para ayudar a tu mascota, mantené limpia la zona ocular con gasas humedecidas en suero fisiológico o agua tibia, evitando productos irritantes. Si notás secreción amarilla o verdosa, inflamación o cambios en el comportamiento de tu perro, es fundamental acudir al veterinario, ya que podría tratarse de una infección o una afección más grave.
La prevención es clave: revisar sus ojos con regularidad, evitar la exposición a irritantes y brindarle una dieta equilibrada puede contribuir a su bienestar.