Puede que te suene extraño si no lo hacés. Pero tener un par de medias de repuesto en tu mochila puede marcar la diferencia en tu comodidad y salud, especialmente en situaciones donde tus pies están expuestos a la humedad.
Cuando llueve, caminar con los pies mojados no solo es incómodo, sino que también puede provocar problemas dermatológicos como ampollas o incluso infecciones fúngicas. La humedad atrapada dentro de los zapatos crea un ambiente propicio para el crecimiento de hongos y bacterias.
Si en tu trabajo caminás mucho o si en la oficina usás un calzado grueso, tus pies pueden terminar transpirados, lo que también aumenta el riesgo de desarrollar problemas de piel. Las medias húmedas no solo causan molestias, sino que también pueden causar rozaduras y favorecer la aparición de ampollas.
Y si tus pies se humedecen por estas y otras razones, también dejás que se forme un ambiente propicio para que, junto al frío de esta época, la gripe toque tu puerta.
Al llevar un par de medias de repuesto, tenés la posibilidad de cambiarlas en caso de que tus pies se mojen. Esto no solo te brinda una sensación de frescura y comodidad inmediata, sino que también ayuda a mantener tus pies secos.
Además, mantener los pies secos también puede prevenir el mal olor. La humedad atrapada en los zapatos crea un caldo de cultivo para las bacterias que causan el olor desagradable, por lo que cambiar las medias puede ayudar a mantener un ambiente más higiénico en tus zapatos. Más si luego de ir a trabajar o estudiar tenés planes de ir a otro lado.
