Llegó abril. Y con ello, es momento de tomar decisiones importantes. ¿De qué hablamos? De vacunarse contra la gripe. Y es que hacerlo es una medida crucial para proteger la salud propia y la de quienes nos rodean.
Si todavía no estás convencido sobre la decisión, a continuación repasamos cinco razones para vacunarse contra la gripe.
1). Reducción del riesgo de enfermedad grave: la gripe puede provocar complicaciones graves, como neumonía, hospitalización e incluso la muerte, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados, adultos mayores y niños pequeños. La vacunación reduce significativamente el riesgo de contraer la gripe y, en caso de infección, puede disminuir la gravedad de la enfermedad y la probabilidad de complicaciones.
2). Protección de los seres queridos: la vacunación no solo protege a la persona vacunada, sino que también ayuda a prevenir la propagación del virus a familiares, amigos y compañeros de trabajo. Esto es especialmente importante para proteger a aquellos que tienen un mayor riesgo de complicaciones graves, como bebés, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
3). Alivio de la carga en el sistema de salud: durante la temporada de gripe, los hospitales y centros de atención médica pueden verse abrumados por un aumento en los casos de gripe y complicaciones relacionadas. La vacunación ayuda a prevenir la saturación del sistema de salud al reducir la cantidad de personas que necesitan tratamiento médico por la gripe, lo que permite que los recursos se destinen a quienes más lo necesitan.
4). Prevención de otras enfermedades respiratorias: si bien la vacuna contra la gripe está diseñada específicamente para proteger contra la gripe, también puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y proporcionar cierta protección contra otras infecciones respiratorias, como el resfriado común o la bronquitis.
5). Seguridad y eficacia comprobadas: las vacunas contra la gripe son seguras y efectivas. Aunque pueden no prevenir todas las cepas de gripe, ofrecen una protección significativa contra las cepas más comunes y pueden reducir la gravedad de la enfermedad en caso de infección. Además, las vacunas contra la gripe se actualizan regularmente para adaptarse a las cepas predominantes del virus, lo que aumenta su eficacia.