Como parte de la actualización médica, desde el equipo de Portal Salud siempre buscamos acercar novedades y repasos sobre temas que hacen a la práctica profesional responsable. En ese marco, les proponemos una puesta a punto del diagnóstico de sífilis.
“La sífilis es una enfermedad sistémica de transmisión sexual causada por la espiroqueta Treponema pallidum. La incidencia de esta enfermedad ha aumentado notablemente en los últimos diez años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que durante 2016 hubo 19,9 millones de casos prevalentes de sífilis en adolescentes y adultos de 15 a 49 años y 6,3 millones de casos nuevos en el mundo. A partir de 2014 se calcularon alrededor de 17,2 casos por 100.000 mujeres y 17,7 casos por 100.000 hombres”, apunta el sitio especializado Medscape.
Como sabemos, las manifestaciones clínicas de la enfermedad entran en un amplio abanico; por esa razón, la sospecha ante antecedentes o actividad sexual de riesgo es un paso importante para avanzar en un diagnóstico precoz y certero.
Recordemos que “treponema pallidum accede a los tejidos subcutáneos a través de abrasiones microscópicas”. “A pesar de un tiempo de división lento estimado de 30 horas, la espiroqueta evade las respuestas inmunitarias tempranas del hospedero y establece la lesión ulcerativa inicial (chancro). Durante el periodo de replicación local temprana algunos organismos establecen infección en los ganglios linfáticos de drenaje regionales con diseminación subsiguiente”, recoge el sitio.
Podemos, además, señalar tres etapas en las manifestaciones clínicas de la enfermedad: sífilis primaria, sífilis secundaria y sífilis terciaria.
En el caso de la primaria, aparece “un chancro indoloro en el sitio de la inoculación”. “El periodo medio de incubación antes de que aparezca el chancro es de 21 días (rango: 3 a 90 días), una vez establecido, generalmente se cura en pocas semanas, incluso si no se indica tratamiento médico”, apunta Medscape.
En tanto, la sífilis secundaria se da varias semanas o meses después de la infección primaria no tratada: allí aparecen otros síntomas como fiebre, erupción cutánea (roséola sifilítica), cefalea, malestar general, anorexia y linfadenopatía difusa. Además, es importante tener en cuenta que “los pacientes con sífilis secundaria pueden no tener antecedentes de un chancro anterior, ya que la infección primaria quizá fue asintomática o pasó desapercibida”.
Y en el caso de la sífilis terciaria se da cuando la persona no recibe tratamiento durante las primeras etapas de la sífilis: entre uno y 30 años después de la infección primaria. “No es necesario que las personas hayan experimentado sífilis primaria o secundaria clínicamente sintomática antes de desarrollar sífilis tardía. Las manifestaciones más comunes incluyen sífilis cardiovascular (especialmente aortitis) y lesiones destructivas con necrosis de tipo gomoso”, recoge el sitio.
Si quieren saber más sobre el tema, les recomendamos repasar el más reciente número de la revista Tendencias en Medicina, donde se incluye el artículo del Dr. Julio Magliano titulado “Sífilis: vigencia y terapéutica actual”.
Fuente: Medscape / Portal Salud

