¿Alguna vez te preguntaste cómo funcionan los audífonos que utilizan las personas con dificultades de audición? A continuación, te proponemos desentrañar su mecanismo.
Los audífonos son pequeños dispositivos electrónicos diseñados para amplificar el sonido y ayudar a las personas con pérdida auditiva a escuchar mejor. Su funcionamiento parte de tres componentes principales: un micrófono, un amplificador y un auricular (o parlante).
El micrófono capta los sonidos del entorno y los transforma en señales eléctricas. Luego, el amplificador procesa y aumenta la potencia de esas señales, adaptándolas según las necesidades auditivas de cada usuario. Finalmente, el auricular convierte nuevamente las señales eléctricas en sonidos y los dirige al canal auditivo.
En cualquier caso, existen distintos tipos de audífonos, desde los que se colocan detrás de la oreja hasta los casi invisibles que se insertan en el canal auditivo. Algunos modelos modernos incluyen tecnología digital que permite diferenciar sonidos importantes, como voces, y reducir ruidos de fondo.
¿Y sabías que hay algunos que también pueden conectarse vía Bluetooth a teléfonos o televisores, facilitando la comunicación y la vida cotidiana?
