¿Alguna vez te preguntaste cómo funciona un tomógrafo? Para analizar sus mecanismos y funciones, proponemos ir paso a paso en sus procesos.
Un tomógrafo, también conocido como tomógrafo computarizado (TC), es un dispositivo médico que utiliza rayos X y procesamiento computarizado para crear imágenes detalladas del interior del cuerpo.
Emisión de rayos X. El paciente se acuesta en una mesa que se desliza dentro de un anillo grande llamado gantry. Dentro del gantry, un tubo de rayos X gira alrededor del cuerpo del paciente, emitiendo un haz estrecho de rayos X desde diferentes ángulos.
Detección de rayos X. Los rayos X que atraviesan el cuerpo son detectados por una serie de detectores opuestos al tubo emisor. Los tejidos del cuerpo absorben los rayos X en diferentes grados, dependiendo de su densidad. Por ejemplo, los huesos absorben más rayos X y aparecen más claros en la imagen, mientras que los tejidos blandos absorben menos y aparecen más oscuros.
Recolección de datos. A medida que el tubo de rayos X gira alrededor del paciente, los detectores recogen datos de múltiples proyecciones. Estos datos son enviados a una computadora que procesa la información.
Reconstrucción de imágenes. La computadora utiliza un algoritmo de reconstrucción para transformar los datos recogidos en imágenes bidimensionales (2D) o tridimensionales (3D). Este proceso implica cálculos matemáticos complejos para combinar las diferentes vistas y generar una imagen detallada y precisa de las estructuras internas del cuerpo.
Visualización y análisis. Las imágenes resultantes son visualizadas en un monitor y pueden ser examinadas por radiólogos y médicos para diagnosticar una variedad de condiciones médicas. Los cortes transversales generados permiten una inspección minuciosa de órganos, huesos y tejidos, facilitando la detección de anomalías como tumores, fracturas, infecciones, y más.
