La llegada de un bebé al hogar es un acontecimiento emocionante, pero también puede ser estresante tanto para los padres como para las mascotas. Preparar a tu gato para este cambio es crucial para asegurar una transición suave y armoniosa. Por eso, les presentamos algunos consejos sobre cómo hacerlo.
1). Introducción gradual de cambios: los gatos son animales de rutina, por lo que es importante introducir los cambios con antelación. Si planeás cambiar la ubicación de sus áreas de descanso, comida o arenero, hacelo gradualmente para que el gato se adapte antes de que llegue el bebé.
2). Familiarización con nuevos olores y sonidos: los gatos son muy sensibles a los olores y sonidos nuevos. Antes de la llegada del bebé, podés usar lociones, champús y otros productos que usarás para el bebé para que el gato se acostumbre. También podés reproducir sonidos de bebés llorando a un volumen bajo para que se familiarice con ellos.
3). Creación de espacios seguros: asegurate de que tu gato tenga lugares seguros y tranquilos a los que pueda retirarse. Estos pueden ser perchas altas, habitaciones tranquilas o áreas con camas confortables. Estos refugios ayudarán a tu gato a sentirse seguro y menos estresado.
4). Refuerzo positivo: usá refuerzos positivos para asociar la presencia del bebé con experiencias agradables. Premiá a tu gato con caricias o juegos cuando esté cerca de los objetos del bebé, como la cuna o el cochecito.
5). Rutina de cuidados consistente: mantené la rutina de cuidados de tu gato lo más constante posible. Alimentarlo a las mismas horas y asegurarte de que su arenero esté limpio ayudará a reducir el estrés.
6). Supervisión inicial: al principio, siempre supervisá las interacciones entre tu gato y el bebé. Observá el comportamiento de tu gato y buscá señales de estrés o agresión. Con el tiempo, la supervisión puede ser menos estricta a medida que ambos se acostumbren el uno al otro.
7). Atención y cariño: no descuides a tu gato después de la llegada del bebé. Dedicá tiempo a jugar y acariciarlo, manteniendo una relación fuerte y positiva. Esto evitará que el gato se sienta desplazado o celoso.
8). Consultá con el veterinario: si tenés preocupaciones específicas sobre el comportamiento de tu gato, consultá con un veterinario o un especialista en comportamiento animal. Ellos pueden ofrecerte consejos personalizados y estrategias adicionales.
