Cortar las uñas de los gatos es una tarea importante para mantener su bienestar y prevenir daños tanto a ellos como a los muebles del hogar. Para hacerlo de forma segura y no lastimar a tu mascota, te dejamos algunos consejos.
1. Familiariza a tu gato con el proceso. Antes de intentar cortar sus uñas, es importante que el gato se acostumbre a que le toques las patas. Dedicá tiempo a acariciar sus patas y presionar suavemente sus almohadillas para exponer las uñas. Haz esto regularmente para que se sienta cómodo con la manipulación.
2. Usá las herramientas adecuadas. Necesitarás un cortauñas específico para gatos, que suele ser más pequeño y preciso que los cortauñas de humanos. También podés usar un cortauñas tipo guillotina o tijeras. Tené a mano un polvo hemostático en caso de cortes accidentales.
3. Elegí el momento adecuado. Intentá cortar las uñas cuando tu gato esté tranquilo, como después de una sesión de juegos o cuando esté relajado. Evitá hacerlo si el gato está nervioso o excitado, ya que puede dificultar la tarea.
4. Cortá solo la punta. Las uñas de los gatos tienen una parte viva llamada «pulpa» o «rápida», que contiene vasos sanguíneos y nervios. Cortá solo la parte transparente de la uña, evitando la pulpa para no causar dolor o sangrado. Si no podés ver claramente la pulpa, cortá pequeñas porciones de la uña y pará si observás una zona rosada.
5. Despacio y paciente. Si tu gato se pone nervioso o inquieto, no lo fuerces. Podés intentar cortar una o dos uñas en cada sesión hasta que se sienta más cómodo. Recompensá su buen comportamiento con caricias o premios para que asocie la experiencia con algo positivo.
6. Pedí ayuda si es necesario. Si tu gato se resiste mucho o te resulta difícil, podés pedirle a otra persona que te ayude a sostenerlo suavemente o consultar a un veterinario o peluquero especializado para que te enseñe la técnica correcta.