Conducir con sueño es una de las principales causas de accidentes de tránsito, ya que disminuye significativamente la capacidad de reacción y atención del conductor. Por eso, para evitar este peligro, es fundamental tomar ciertas precauciones y seguir algunos consejos prácticos que ayuden a mantenerse alerta al volante. A continuación, los repasamos.
El primer consejo clave es asegurarse de dormir lo suficiente antes de emprender un viaje. La mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño por noche para funcionar de manera óptima. Salir a la ruta sin haber descansado adecuadamente aumenta el riesgo de sufrir somnolencia mientras se conduce. Además, es recomendable evitar conducir durante las horas en las que el cuerpo está naturalmente predispuesto a dormir, como durante la madrugada o justo después del almuerzo.
Otro consejo útil es realizar pausas regulares durante el viaje, especialmente en trayectos largos. Lo ideal es detenerse cada dos horas o cada 150-200 kilómetros para estirar las piernas, tomar aire fresco y, si es posible, hacer ejercicios ligeros que reactiven la circulación. Estas pausas ayudan a reducir la fatiga física y mental.
Mantenerse hidratado también es importante, ya que la deshidratación puede causar fatiga y disminución de la concentración. Es aconsejable beber agua regularmente y evitar el consumo excesivo de bebidas con cafeína, como café o refrescos energéticos. Aunque la cafeína puede proporcionar un impulso temporal de alerta, su efecto es limitado y puede provocar una caída brusca en los niveles de energía una vez que pasa su efecto.
Si se siente somnolencia durante el viaje, es mejor no ignorar las señales de advertencia, como parpadeo frecuente, cabeceo o dificultad para mantener la vista en la carretera. En estos casos, lo mejor es detenerse en un lugar seguro y tomar una breve siesta de 15 a 30 minutos, que puede ser suficiente para recuperarse y continuar el viaje con mayor seguridad.
Además, compartir la conducción con otro pasajero, si es posible, es una estrategia efectiva para evitar la fatiga. Alternar turnos al volante permite que cada conductor descanse adecuadamente y mantenga un nivel óptimo de alerta.
También es bueno no tener siempre la calefacción prendida y mantener una buena ventilación del auto, que ofrezca un ambiente fresco.