El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel, de origen multifactorial, que afecta al folículo pilosebáceo. Se caracteriza por la presencia de comedones abiertos y cerrados (puntos negros y puntos blancos respectivamente), pápulas y pústulas que conocemos como granos, nódulos y/o quistes, que se localizan en las zonas de mayor cantidad de folículos pilosebáceos sensibles a la estimulación hormonal como son cara, cuello, hombros, sector alto de la espalda y pecho.
En su artículo para la revista Hola Salud, la Dra. Soledad Machada explica que el acné se puede clasificar por su severidad en leve, moderado y severo, dependiendo de las lesiones presentes, aunque también sabemos que a pesar de su severidad clínica es una enfermedad que puede afectar la calidad de vida de los pacientes, comprometiendo el plano psicosocial.
Algunos consejos generales
Aunque siempre decimos que cada caso es particular y específico, la especialista señala algunos puntos de cuidado común a la mayoría de las personas.
– Lavar la cara dos veces al día con agua tibia y syndet adecuado para cada piel.
– No frotar en exceso ni utilizar esponjas o cepillos.
– Usar protector solar FPS 50 liviano, no comedogénico.
– Utilizar productos cosméticos no comedogénicos.
– Retirar adecuadamente el maquillaje al final del día.
– Lavar cara luego de realizar ejercicio físico.
– Valorar si hay algún alimento que empeore el acné, si es así evalúa si vale la pena consumirlo.
– No manipular las lesiones, dejar que se cicatricen por sí solas ya que la manipulación puede generar más inflamación y cicatrices.
– No fumar, el tabaco predispone a la inflamación y altera la cicatrización de las lesiones.
Fuente: Hola Salud / Portal Salud