Cada 10 de setiembre marca el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una fecha para reflexionar sobre cómo cada uno de nosotros puede contribuir a salvar vidas. Enfrentar el suicidio requiere un enfoque colectivo y empático. Por eso, les recordamos algunos aspectos a tener presentes.
Escucha activa: a menudo, quienes enfrentan pensamientos suicidas buscan ser escuchados más que recibir consejos. Ofrecer un oído atento y sin juicio puede proporcionar el alivio necesario para que busquen ayuda profesional.
Educación y sensibilización: informate sobre los signos de advertencia del suicidio y comparte esta información con otros. La educación es clave para identificar problemas de salud mental y actuar de manera adecuada.
Promoción de la salud mental: fomentá un entorno de apoyo y apertura sobre la salud mental en tu comunidad, lugar de trabajo y hogar. Reducir el estigma es fundamental para que las personas se sientan cómodas buscando ayuda.
Ayuda inmediata: si conocés a alguien que está en crisis, no dudes en intervenir. Contactá con líneas de ayuda y buscá asesoramiento profesional. Tu acción oportuna puede marcar una diferencia vital.
