Con la llegada de los primeros fríos, volvemos a calefaccionar nuestro hogar para estar calentitos. Y con ello, vuelve el prender el aire acondicionado, por ejemplo. Pero, ¿cómo afecta eso a nuestras mascotas?
El aire acondicionado puede afectar a las mascotas de varias maneras, aunque no necesariamente de forma negativa.
Si el aire acondicionado está configurado para expulsar aire caliente, puede representar un riesgo para las mascotas si la temperatura ambiente se vuelve demasiado alta. Los animales, especialmente aquellos con pelajes densos o sensibilidad al calor, pueden experimentar malestar, deshidratación e incluso golpes de calor si se exponen a un ambiente excesivamente cálido.
Además, el aire acondicionado puede reducir la humedad en el aire, lo que podría causar sequedad en la piel y las membranas mucosas de las mascotas, especialmente en animales con piel sensible o propensos a problemas respiratorios.
Con esto, el aire acondicionado que emite calor puede ser beneficioso siempre y cuando se mantenga dentro de un rango de temperatura seguro y confortable para las mascotas.
En el mismo sentido, durante estos meses de frío, procurá igualmente ventilar los ambientes en cortos períodos de tiempo y mantener hidratada a tu mascota.