¿Sos de los que se duerme con los auriculares puestos y escuchando algo? Hoy nos proponemos analizar si esa conducta puede resultar mala para la salud y para el descanso.
Dormir con auriculares puestos puede ser conveniente para algunas personas ya que les permite relajarse con música suave o sonidos relajantes antes de conciliar el sueño. Sin embargo, esta práctica también conlleva ciertos riesgos para la salud que deben tenerse en cuenta.
En primer lugar, el uso prolongado de auriculares a un volumen alto puede dañar la audición. Cuando dormimos, nuestro sentido del oído no está tan alerta como durante la vigilia, lo que significa que podríamos no ser conscientes de que estamos expuestos a niveles de volumen que podrían ser dañinos. La exposición continua a ruidos fuertes puede provocar pérdida auditiva permanente con el tiempo.
Además, los auriculares con cable pueden representar un peligro de estrangulamiento o asfixia durante el sueño, especialmente si el cable se enreda alrededor del cuello. Este riesgo es especialmente preocupante en el caso de niños o personas que se mueven mucho durante la noche.
En cuanto a la calidad del sueño, algunos estudios sugieren que el uso de auriculares puede interferir con los ciclos naturales de sueño. Aunque la música suave puede ayudar a algunas personas a relajarse y conciliar el sueño más rápido, para otras puede causar interrupciones durante la noche, lo que resulta en un sueño menos reparador y una sensación de somnolencia durante el día.