Las alteraciones, síntomas y molestias características de esta etapa y la intensidad con la cual se manifiestan son altamente variables de una mujer a otra.
El climatérico está situado a entre la etapa reproductiva y la no reproductiva. Se corresponde aproximadamente con los 2 a 4 años previos y el año posterior a la última menstruación. En esta fase comienzan a producirse modificaciones físicas importantes como consecuencia del descenso de los niveles hormonales (menstruaciones menos regulares, nueva redistribución de la grasa corporal) aunque el principal signo de esta transición es la desaparición de la menstruación y la aparición de múltiples síntomas de naturaleza hormonal y psíquica que alteran muchas facetas de la vida de la mujer, entre ellas la sexualidad.
Esta etapa de la vida femenina se acompaña de cambios físicos (sofocos, redistribución de la grasa corporal, aumento de peso, incontinencia urinaria, osteoporosis) y psicológicos (cambios de humor, irritabilidad, alteraciones del sueño).
Aproximadamente el 10% de las mujeres carecen de síntomas o por lo menos, son tan leves que no los refieren, y viven esta etapa de forma plena y satisfactoria; en tanto que otras mujeres directamente padecen esta etapa y transcurren el climaterio con gran dificultad.
Síntomas frecuentes
La mayoría de las alteraciones que ocurren durante el climaterio se deben a las variaciones de los niveles hormonales característicos de esta etapa de la vida. La ocurrencia de estas manifestaciones no tiene un período o duración preestablecido, por lo que resulta una experiencia única e intransferible de cada mujer. Los cambios y síntomas pueden durar unos pocos meses o mantenerse inclusive durante algunos años.
Es una experiencia intransferible porque no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas, ni estos tienen la misma intensidad ni se repiten con igual frecuencia. Todos son cambios normales pero no se deben pasar por alto o evitar consultar al médico si alguno de ellos se constituye en un problema.
- Cambios en el ciclo menstrual
Los cambios en el ciclo menstrual son la alteración más característica y uno de los primeros síntomas que anticipan la menopausia. Usualmente se trata de cambios en la cantidad y frecuencia de la menstruación. Los periodos suelen tornarse irregulares, el flujo vaginal más ligero o más abundante de lo normal, el sangrado puede ser excesivo y durar más días que lo usual. En ocasiones pueden ocurrir pequeños sangrados entre los ciclos menstruales, etc.
- Sofocos y sudoración nocturna
Los sofocos y la sudoración nocturna son bastante comunes y afectan a un alto porcentaje de mujeres. Son los síntomas que socialmente más se vinculan a esta etapa. Un sofoco se define como una sensación repentina de calor cuya duración puede oscilar entre unos pocos segundos o hasta algunos minutos. Existe un rubor o enrojecimiento progresivo que inicialmente compromete cara, cuello y hasta el pecho para luego extenderse por espalda y brazos, posteriormente se acompaña de sudoración sobre todo en la frente y el cuello, pudiendo sentirse luego escalofríos. Los sofocos pueden desencadenarse por permanecer en ambientes calurosos, ingerir alimentos calientes, picantes o estimulantes (mate, café, alcohol) así como también por ansiedad o situaciones estresantes.
- Sequedad y atrofia vaginal
La disminución en la producción de estrógenos determina que se reduzca la humedad natural de la vagina y que sus paredes se tornen más débiles. La falta de lubricación vaginal puede ser un problema para la mujer ya que esto aumenta el riesgo de infecciones, puede producir picazón y sensación de sequedad. Las relaciones sexuales pueden tornarse molestas o dolorosas, muchas mujeres interpretan erróneamente este hecho como que han perdido la capacidad de excitación.Una forma sencilla de aliviar estas molestias es utilizar geles lubricantes de base acuosa.
- Alteraciones urinarias
Los cambios hormonales pueden afectar las paredes de la vejiga, tornándolas más finas y débiles, lo cual puede ocasionar ardor o dolor al momento de orinar, así como también infecciones urinarias frecuentes e incluso incontinencia urinaria.
- Cansancio, fatiga e insomnio
El cansancio y la dificultad para conciliar el sueño son síntomas muy frecuentes durante el climaterio. En ocasiones, no solo existe dificultad para conciliar el sueño sino que pueden ocurrir despertares durante la noche o que el despertar ocurra mucho más temprano de lo programado. En algunos casos no se trata de un problema directamente relacionado con el sueño sino que sea una manifestación de ansiedad, o debido a la ocurrencia de sofocos o a la necesidad de ir al baño durante la noche. La realización de unos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada durante el día permite un mejor descanso, siempre y cuando no se realice el ejercicio en las horas previas a dormir.
- Alteraciones psicológicas
Durante esta etapa de la vida, las mujeres experimentan además de los síntomas propios del climaterio, otros acontecimientos vitales que determinan un alto nivel de estrés. Estos sucesos están relacionados con el sentir la pérdida de la capacidad reproductiva, la adaptación a los cambios corporales que pueden ocurrir (aumento de peso, redistribución de la grasa corporal con ensanchamiento de caderas, aparición de arrugas), disminución de la autoestima por verse o creerse menos atractivas. También esta etapa coincide con el alejamiento de los hijos del hogar. Todos estos sucesos resultan altamente estresantes para algunas mujeres y obviamente pueden dar lugar a alteraciones del estado de ánimo, irritabilidad, depresión y ansiedad. Ante estas circunstancias es necesario adoptar actitudes y enfoques positivos y entender que la nueva situación permite disponer de más tiempo libre, tener menos trabajo doméstico y poder dedicar más horas a la realización de actividades de relajación para disminuir el estrés y la ansiedad, practicar ejercicio físico en compañía y aumentar las relaciones sociales con las amigas, trabajo social, etc.
- Cambios físicos
Con la edad, y sobre todo después de la menopausia, se producen una serie de cambios físicos evidentes. La piel pierde elasticidad, se vuelve más fina y seca, aparecen arrugas y puede aumentar el vello facial. Las mamas pierden estructura con adelgazamiento de la piel y se reemplaza el tejido mamario por tejido adiposo. El pelo se torna más fino y quebradizo. Con frecuencia se produce una redistribución de la grasa corporal, acumulándose alrededor de la cintura, que se acompaña de pérdida de masa muscular y aumento de peso general, por lo que una dieta equilibrada y la realización de ejercicio físico regular son de ayuda para mantener un peso adecuado.
- Relaciones sexuales
Durante el climaterio el interés por el sexo puede cambiar. En ocasiones, el deseo sexual disminuye, la estimulación sexual se puede tornar dificultosa y pueden aparecer molestias o dolor vaginal durante la penetración. Pero también es cierto que muchas mujeres durante este período se sienten más liberadas al no menstruar, al perder el temor a quedar embarazadas y comienzan a vivir su sexualidad con mayor intensidad. Debe tenerse en cuenta que hasta que se cumpla un año de la última menstruación se debe continuar utilizando métodos anticonceptivos para evitar un embarazo, y que el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual siempre existe, independientemente de la edad.
- Enfermedades cardiovasculares y osteoporosis
Debido a la fuerte disminución de la concentración de estrógenos que se producen tras la menopausia, el organismo femenino pierde uno de sus factores de protección cardiovascular y del capital óseo más importantes. Esto determina un significativo aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y osteoporosis.
Para poder transcurrir esta etapa de la forma más natural posible y poder adaptarse física y emocionalmente a las nuevas condiciones que el climaterio determina, resulta de vital importancia conocer y entender los cambios y síntomas que este determina y por qué estos ocurren.
