Es muy probable que alguna vez hayas sentido cómo se te acelera el corazón. Y es que las palpitaciones son un fenómeno habitual y no tienen por qué estar asociados a ninguna patología. Sin embargo, es importante estar alertas, sobre todo a las características y a su periodicidad.
Vayamos primero un paso atrás: ¿qué son las palpitaciones? Se caracterizan por una sensación de latir rápido y violento del corazón, que puede sentirse tanto en el pecho como en el cuello. “Es frecuente que se produzcan en circunstancias de ansiedad o estrés (ante un examen, un sobresalto, tensión en el trabajo…) o incluso porque estamos más alerta y sentimos el propio latido cuando nos tumbamos en la cama por la noche, en absoluto silencio”, dice a Cuidate Plus el presidente de la Asociación del Ritmo Cardíaco de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), David Calvo.
Las palpitaciones también pueden producirse cuando se tiene fiebre, se realiza ejercicio, por algunos medicamentos, consumo de drogas o ingesta alta de cafeína. Y como decíamos, en algunos casos pueden vincularse a patologías cardiacas, como las arritmias, o a otros problemas de salud física. Pero también se relacionan “con patologías psíquicas como trastornos de ansiedad, trastorno de estrés postraumático, ataques de pánico o estrés”, valora la psicóloga Miriam Labrado.
Ahora bien, con esta base es importante que tengamos en cuenta algunos factores que nos permitan discernir entre las posibles causas de esas palpitaciones, para poder actuar y acudir a una consulta médica si es necesario.
Palpitaciones por arritmias
Las arritmias son trastornos de la cadencia del ritmo cardiaco. “Cuando la cadencia es demasiado lenta, hablamos de bradicardia, y cuando es demasiado rápida, de taquicardia”, explica David Calvo.
Cuando se produce una taquicardia, las palpitaciones suelen acompañarse de otros elementos. Y es sobre ellos que debemos estar alertas porque podrían indicar la existencia de un problema cardíaco que necesita una consulta médica.
– Opresión profunda en el pecho o pérdida de conciencia.
– Inicio y final bruscos: surgen de repente, duran unos minutos y desaparecen de golpe.
– Cuando el corazón late más rápido y de forma irregular
-Enfermedad cardiaca previa
– Antecedentes familiares de muerte súbita y de cardiopatía congénita.
Palpitaciones por estrés o ansiedad
“Las palpitaciones que se producen por alteraciones psíquicas también tienen rasgos que las diferencian de las de índole cardiaco”, recoge Cuidate Plus.
En ese sentido, cuando las palpitaciones son acompañados de algunos de los siguientes síntomas pueden estar vinculados a una crisis de ansiedad o estrés:
– Sensación de nerviosismo
– Miedo o pánico
– Respiración acelerada (hiperventilación)
– Temblores
– Sudoración
– Náuseas o molestias abdominales
– Mareos
“Quienes experimentan palpitaciones a causa de la ansiedad a menudo sienten una especie de pinchazos en el pecho. En cambio, la sensación que caracteriza a las patologías cardiacas es la presión en el pecho”, apunta la psicóloga, y agrega: “Un modo fácil de distinguir si es ansiedad o no es respirando profundamente durante unos cuantos minutos. Si las palpitaciones persisten a pesar de los intentos de calmar la respiración, entonces es recomendable acudir al médico”.
Fuente: Cuidate Plus / Portal Salud
