Las enfermedades cardiovasculares (ECV) representan la principal causa de mortalidad global, con un impacto superior al cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas combinadas. Se estima que entre el 80% y 90% de los eventos cardiovasculares se pueden prevenir modificando factores de riesgo como la hipertensión, dislipemia, tabaquismo, sedentarismo, obesidad, dietas inadecuadas y control glucémico insuficiente. En este contexto, la prevención se constituye como una estrategia clave para los profesionales sanitarios, que incluye acciones comunitarias, cambios en políticas públicas, intervención clínica y empoderamiento del paciente.
Life’s Essential 8: paradigma actualizado de salud cardiovascular
La American Heart Association (AHA) introdujo el concepto de Life’s Essential 8, con ocho métricas para evaluar y promover la salud cardiovascular. Estos componentes incluyen dieta saludable, actividad física, exposición a nicotina, salud del sueño, índice de masa corporal (IMC), niveles de lípidos sanguíneos, glucosa sanguínea y presión arterial. Cada métrica se puntúa de 0 a 100, y el promedio de las ocho genera un puntaje global de salud cardiovascular.
Estudios recientes muestran que solo uno de cada cuatro adultos jóvenes alcanza una salud cardiovascular ideal según esta premisa de Life’s Essential 8. Asimismo, un mayor puntaje se asocia con una reducción significativa del riesgo de muerte por todas las causas (40%) y de muerte cardiovascular (58%).
La evidencia respalda que incluso pequeñas mejoras en el puntaje de Life’s Essential 8 pueden traducirse en reducciones importantes de mortalidad. La actividad física, la no exposición al tabaco y una dieta saludable son los principales factores modificables asociados a la reducción de mortalidad. Por otro lado, la presión arterial y la glucemia impactan de manera sustancial en la mortalidad cardiovascular. La inclusión del sueño saludable como nuevo componente reconoce su importancia, aunque su impacto individual en mortalidad es más modesto.
Acciones recomendadas para profesionales sanitarios
Para fortalecer la prevención cardiovascular, los profesionales sanitarios deben adoptar el marco de Life’s Essential 8 como herramienta de evaluación y seguimiento del riesgo. Asimismo, deben promover estilos de vida saludables, con énfasis en la nutrición, el ejercicio, el abandono del tabaco y una adecuada higiene del sueño. El control temprano de factores metabólicos y hemodinámicos como hipertensión, dislipidemia y glucemia alta es clave, así como la promoción de la equidad en salud mediante la identificación de brechas poblacionales.
Se debe promover:
- Actividad Física: realizar ejercicio regular reduce drásticamente el riesgo de mortalidad. Se ha demostrado que la capacidad cardiorrespiratoria es un indicador vital de salud, incluso más predictivo que la obesidad o la diabetes. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de vigorosa a la semana.
- Alimentación Saludable: adoptar una dieta estilo mediterráneo (rica en frutas, verduras, legumbres, pescado, frutos secos y granos integrales, y baja en grasas saturadas, azúcares y alimentos procesados) es fundamental para controlar el peso, la dislipemia y la presión arterial.
- Cese tabáquico: el tabaquismo es la causa líder de muerte prevenible. Dejar de fumar, idealmente con apoyo combinado de terapia conductual y farmacológica, reduce significativamente el riesgo.
- Sueño de Calidad: dormir entre 7 y 8 horas por noche es crucial. Se deben identificar y tratar trastornos como la apnea del sueño.
- Control de factores de riesgo: el tratamiento de la hipertensión arterial, las dislipemias y la diabetes mellitus con cambios de estilo de vida y, si es necesario, tratamiento farmacológico, es parte de la prevención.
Conclusión
El Día Mundial del Corazón 2025 nos recuerda que la prevención cardiovascular sigue siendo una prioridad urgente. Aunque las enfermedades cardiovasculares causan una gran carga de morbilidad y mortalidad, son en gran parte prevenibles. El modelo Life’s Essential 8 ofrece un enfoque integral y mensurable para evaluar y mejorar la salud cardiovascular. Adoptar este marco, junto con acciones clínicas centradas en estilos de vida, control de factores de riesgo y equidad, permitirá a los profesionales sanitarios liderar cambios que salven vidas y fortalezcan la sostenibilidad de los sistemas de salud.
Referencias
1. Fundación Española del Corazón. Día Mundial del Corazón 2025.
2. American Heart Association. Life’s Essential 8. Circulation, 2022.
3. PMC. Life’s Essential 8 and cardiovascular outcomes, 2023.
4. BMC Medicine. Life’s Essential 8 score and mortality risk, 2023.

