La salivación excesiva en perros, también conocida como ptialismo, puede ser normal en ciertas razas, pero en otros casos puede ser indicio de problemas de salud o reacciones específicas a estímulos.
Comprender las posibles causas es importante para saber cuándo es necesario actuar. Por eso, repasamos algunas de ellas a continuación.
1. Razones normales
Algunas razas de perros, como el San Bernardo, el Bulldog o el Mastín, suelen producir más saliva debido a la estructura de sus mandíbulas y labios colgantes, lo cual hace que la saliva se acumule y se libere fácilmente. En estos casos, la salivación es natural y no representa un problema de salud.
2. Hambre y estímulos
El olor de la comida o la anticipación de un premio puede aumentar la salivación en los perros, al igual que en los humanos. Esto es una respuesta fisiológica normal y ocurre debido a la activación del sistema digestivo en preparación para la ingesta de alimentos.
3. Estrés o ansiedad
El estrés también puede desencadenar salivación excesiva. Factores como visitas al veterinario, viajes en auto o ruidos fuertes pueden provocar este tipo de respuesta. Cuando el perro se calma, la salivación tiende a reducirse.
4. Malestar en la boca o problemas dentales
Los problemas dentales como el sarro, las infecciones en las encías o los abscesos pueden causar que el perro produzca más saliva de lo normal. Estos problemas pueden generar dolor y molestias, por lo que es importante una revisión dental periódica.
5. Enfermedades y condiciones médicas
Algunas enfermedades como la gastroenteritis, la rabia o enfermedades del hígado pueden provocar un exceso de salivación. Además, el consumo de sustancias tóxicas también puede aumentar la producción de saliva como respuesta del organismo a la irritación o intoxicación.