Tal como hemos dicho en otras oportunidades, cuando se trata de mascotas, a veces la clave está en actuar rápido: si tu perro se comió una bolsa térmica de semillas, es importante que, manteniendo la calma, actúes con celeridad.
Estas bolsas suelen estar rellenas de materiales como semillas de lino, trigo, arroz o cereales, que no son tóxicos en sí, pero que pueden causar problemas digestivos si se ingieren en grandes cantidades o si el animal también comió parte de la tela o el envoltorio.
¿Entonces? Lo primero es verificar qué cantidad comió y si hay signos de asfixia o malestar inmediato. Si tragó partes del tejido, puede haber riesgo de obstrucción intestinal, una urgencia que requiere atención veterinaria.
Observá si presenta síntomas como vómitos, falta de apetito, dolor abdominal, letargo o dificultad para defecar.
No intentes provocarle el vómito sin indicación profesional porque esto podría agravar la situación. Contactá al veterinario de inmediato, contándole qué comió y en qué cantidad. Puede que el especialista recomiende una observación domiciliaria o estudios para descartar complicaciones.