Pese a que tomemos todos los recaudos, las quemaduras por la exposición al sol pueden pasar. Porque hay algunas horas en las que puede a que tomemos todos los recaudos, alcanza con apenas algunos minutos de exposición para generar un daño.
Y cuando sucede la quemadura, ¿qué debemos hacer? ¿Y qué cosas debemos evitar? Para abordar esa situación con información y responsabilidades, repasamos varias claves.
Qué sí hacer:
Hidratación: beber agua es esencial para contrarrestar la deshidratación causada por las quemaduras solares. Optá por bebidas isotónicas y evitá el alcohol, ya que puede empeorar la deshidratación.
Aplicación de frío: aplicá compresas frías o toallas mojadas en la zona afectada para aliviar la sensación de calor. Evitá el hielo directo, ya que puede empeorar el daño.
Cremas hidratantes: usá cremas o lociones hidratantes que contengan aloe vera, caléndula o manzanilla. Estos ingredientes pueden proporcionar alivio y favorecer la recuperación de la piel.
Analgésicos y antiinflamatorios: tomar analgésicos como el ibuprofeno puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación. Seguí las indicaciones del envase y consultá con un profesional de la salud si es necesario.
Consultá a un médico: si la inflamación no mejora y la quemadura es muy grande, consultá a un médico en la emergencia para que evalué otro tipo de tratamiento.
Qué no hacer:
Exposición adicional al sol: evitá la exposición al sol hasta que la quemadura se cure. La radiación solar puede empeorar el daño y prolongar el tiempo de recuperación.
Rascar o frotar: resistí la tentación de rascar o frotar la zona afectada. Esto puede agravar la irritación y aumentar el riesgo de infección.
Productos irritantes: evitá el uso de productos que contengan alcohol, fragancias o ingredientes irritantes en la piel quemada. Optá por productos suaves y sin perfume.
Duchas calientes: las duchas calientes pueden aumentar la sensación de ardor. Optá por duchas de agua más tibia y evitá el uso de esponjas o paños ásperos.