¿Qué pasa con tomar un vaso de agua en ayunas? ¿Es realmente una práctica que puede hacer la diferencia? ¿tiene algún efecto en la salud? Vamos a responder a esas y otras preguntas.
Tomar un vaso de agua apenas levantarse es una práctica cada vez más popular, que muchas personas adoptan como parte de su rutina matutina. Si bien existen varios mitos alrededor de este hábito, también hay beneficios reales respaldados por la ciencia.
Uno de los principales mitos es que el agua en ayunas “desintoxica” el cuerpo. En realidad, los riñones y el hígado son los encargados naturales de eliminar toxinas, y no necesitan ayuda extra.
También se dice que acelera el metabolismo o ayuda a adelgazar. Aunque la hidratación es importante para el funcionamiento corporal, no hay evidencia concluyente de que un vaso de agua por sí solo genere pérdida de peso significativa.
Sin embargo, la verdad es que hidratarse al despertar sí tiene efectos positivos: durante la noche, el cuerpo pierde líquidos a través de la respiración y la transpiración. Beber agua en la mañana ayuda a reactivar los órganos, estimular la digestión y favorecer la función cerebral y renal. También puede mejorar la regularidad intestinal.
El agua, además, contribuye a mantener la piel saludable, lubrica las articulaciones y transporta nutrientes. Lo ideal es consumirla a temperatura ambiente y complementar con una hidratación adecuada durante todo el día.
Así las cosas, aunque no es un remedio milagroso, tomar agua en ayunas es un buen hábito, pero no alcanza por sí solo.
